nuestra vida(katsudeku omegaverse)

17

La puerta principal se abrió y un cansado Katsuki entró por esta, dejó su bolso en la entrada el cual contenía su traje de Heroe, camino hasta la Sala rascandose la boca con cansancio y se desplomó en el sofá ni bien estuvo cerca, tenía las piernas abiertas y la cabeza Avia atrás mientras sus codos estaban apoyados en el respaldo del mullido mueble, vostezo y comenzó a cerrar los ojos, era realmente tarde y no podía dar ni un solo paso más del cansancio, ¿por que parecía que los malditos villanos se habían coordinado para que no pudiera ir a casa y ver a su lindo Omega?  Seis atentados en todo el día y no los malditos psicópatas no parecían querer hacerse las fácil a los Heroes. Suspiro relajando se cuando veía venir el peso del sueño y antes de quedarse dormido escucho unos pequeños pasos seguido de un peso en su regaso y por últimos pequeños besos siendo repartidos por su rostro, abrió los ojos lentamente y sonrió solo para el peliverde que parecía medio dormido.

Dejó un pico en sus labios y prosigio a besar la pansita crecida del más bajo. Al poco tiempo sintió como el contrario se dormía entre sus brazos y sin pensarlo lo alzó y los llevó a la habitación, dejó a izuku en la cama con cuidado y muro con desdén y celos como abrazaba una almohada que habían comprado hace unas semanas para la comodidad del Omega ya que no sabía como acomodarse con su Pansa ya de cinco meses y medio, suspiro, aquel objeto se había vuelto el favorito de su esposo.

Se quitó la camiseta y sin más se volvió a desplomaron esta vez en la cama, se acomodo para abrazar a su Omega por la espalda y posando su rostro entre sus risos se dejó llevar por Morfeo.

Despertó por la tarde y no pudo evitar quejarse por no estar su chico a su lado, se levantó con pesadez de la cama deseando seguir durmiendo y al asomarse al marco de la puerta y abrir esta ligeramente pudo escuchar claramente como izuku hablaba con, al parecer, la cara redonda y suspiro con fastidio, camino había el baño y se metió a la ducha dejándose abrazar por el agua caliente, suspiro mientras us músculos tensos se relataban mientras lavaba su cabello y cuando estaba enjuagando este por alguna razón le vino a la mente su cachorro, no podía esperar para tenerlo entre sus brazos, la sola idea de tener un mini deku en sus brazos le hacia sentirse tan bien, suspiro enamorado de su futuro cachorro y cuando volvió a la realidad sintió que sus orejas y cola habían vuelto, gruño por las ganas de mostrarse de su alfa, sintiendo como este aullaba de felicidad con tan solo imaginar a su cachorro. Salió de la ducha y envolvió su cintura en una toalla color crema, estaba por volver a su cuarto para cambiarse cuando un fuerte ruido se escucho desde la cocina, sin ppensarlo dos veces corrió hasta donde provenía el ruido

- ¿¡Deku!? - pregunto ni biien entró al lugar, pudo ver como una pequeña risa se le escapaba de entre los labio a su esposo y luego hablaba con tranquilidad -

- todo esta bien kacchan, es solo que el cachorro pateo muy fuerte - dijo sosteniendo su pansita y suspirando, de la sorpresa había dejado caer una tasa, miro esta con desdén desde su altura ya que no podía agacharse -

- quédate ahí, me vesto y lo limpio - recordó que estaba solo con una toalla cubriendo lo cuando Uraraka río con ganas y con un fuerte sonrojo en su redonda cara -

Izuku asintió y se sento en una silla a continuar charlando con su amiga mientras esperaban a Iidaa, Todoroki y Tsuyu, gracias a la castaña y la peli verde habían decidido ir de compras para el bebé, izuku había comprado ya una que otra cosa que le había gustado cuando salía a pasear y ver las vidrieras, además de algunas cosas que le había dado Denki ya que aún tenía una que otra cosa de Keiden cuando era apenas un recién nacido. pero Las chicas junto con Todoroki decidieron que tenían que hacer un día de compras exclusivamente para el bebe, lo cual obviamente Iida se unió.

Tal y como lo dijo katsuki, volvió ya vestido y limpio el pequeño desastre que había "causado su cachorro"término y se acercó al peliverde para dejar un beso en su cabello mientras acariciaba su pansita, recibiendo unas parásitas por parte del bebé.