Capitulo 5: "Tú ausencia duele"

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"Te hecho de menos, pero no te puedo bajar del cielo "
Att:Diario de reflexión

#Victoria
Me deslizo por la puerta hasta quedarme sentada en el suelo, el nudo en mi garganta cada vez iba aumentando al punto de llegar a dolerme, ¿Cómo pude besar al novio de mi mejor amiga?
Y lo peor de todo ¿Cómo pude llegar a sentir este deseo irrefrenable por él? ¡Maldita sea mi estampa!

Hacía tres años que no dejaba que mis sentimientos influyeran en mis acciones, pensaba siempre con la cabeza fría y esta vez hice todo lo contrario, de nuevo cometiendo un error, error que podía costarme la amistad de Katrina.

Ahí está el jodido mierdero de la atracción hacia otra persona, siempre te hace actuar de manera impulsiva y errónea.

Al cabo de un rato me levanto decidida que mañana hablaría con ella sin duda, iba afrontar la situación y asumir la consecuencia.

No podía creer que me pasaba esto a mi, Katrina había insistido tanto que Royer entre a trabajar con nosotros y además me pidió que le tuviera paciencia, quizás él sea lo que necesita para olvidar de una buena vez a Mateo y vengo yo a meter las narices donde efectivamente no me llaman.
Aunque no toda la culpa es mía, ya que el susodicho tampoco se movió, ni siquiera trato de apartarme cuando lo bese, un punto a tener en cuenta.

Llego a mi casa y al entrar veo a mi padre salir desde la cocina con un bol lleno de palomitas, al verme entrar sonríe ampliamente.

Luego de la muerte de mi bebé había decidido volver a la casa donde pasé la mayor parte de mi vida, y dejar el lugar que con mucho sacrificio había adquirido tal como estaba la última vez que vi a Aurora con vida en ella, no quería que nadie tocase absolutamente nada, y cada aniversario o su cumpleaños iba a pasar el día ahí.

Vivir con mis padres de nuevo había sido difícil al comienzo pero luego pareciera que todo volvió a la normalidad excepto ese vacío que dejó Aurora en mi corazón y en las de mis padres, nada absolutamente nada volvió a ser igual.

-¡Hola niña! Justo a tiempo -dice mi papá cuando depositó un beso en su mejilla.

-¿Maratón de películas? -pregunto componiendo una sonrisa creíble, no quiero preocuparles más por lo que siempre que estoy con ellos trato de ser la Victoria que ellos recuerdan, aunque estoy segura de que saben que solo trato de que no me vean mal.

-Na.. sólo una -dice mientras caminamos juntos al salón donde mi madre estaba esperando, al verme sonríe y se levanta a saludarme

-Hija por fin llegas ¿te unes? -pregunta señalando la pantalla.

-No ma... estoy cansada y...

-Veremos El señor de los anillos-comenta mi padre sentándose en el sofá.

-No me hagan eso -suplico, saben que no me puedo resistir a esa película y se aprovechan.

-Anda ven sólo será unas horas...

-Mañana trabajo y...

-¿Qué tanto va a pasar si por un día duermes tarde? además, ¿no dormirás mejor si ves a tú Ge..Golelas?

-Legolas papá...-le corrijo riéndo, luego miro a mi madre que sonríe al igual que yo

-Anda nena como en los viejos tiempos-me anima y decidí hacerlo, hoy, justo hoy necesitaba sentirme querida y que mejor que junto a ellos.

-Bien, lo haré, pero luego no se quejen cuando esté eufórica gritando, por que siempre lo hacen

-Ya me arrepentí -dice mi padre tapándose la cara con las manos, sin verme le sacó la lengua de forma infantil y me acomodo en medio de ambos.

Cicatrices del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora