"Yo acepto que cometan cualquier error conmigo, pero no las mentiras por que esas no son errores, son decisiones con intensiones"
Att: Anónimo#Royer
–¿Qué se supone que hacemos aquí? –Victoria estaba enfadada, demasiado enfadada. Después de lo que dijo Jonathan decidió cancelar su reunión alegando que tenía que solucionar un problema, problema que obviamente era yo. El imbécil parecía regocijarse con lo que pasaba me miró con una sonrisa de esas que te dicen "Yo gané" como si estuviéramos compitiendo por algo que no tenía ni puta idea.
–Es un lugar perfecto para hablar
–¿Un cementerio? ¿Es en serio Royer –pregunta con ironía, al darme la oportunidad de explicarle lo que pasaba decidí llevarle en aquel lugar donde nadie podía interrumpirnos o escucharnos.–Es un lugar tranquilo –contesto encogiéndome de hombros
–¿Esto te parece un juego? Por que si es así me largo
–Espera –e tomo de la mano –no es fácil para mí Victoria por favor escuchame, y juro que te hablare con sinceridad, no habra mas mentiras de mi parte –asiente poco convencida–Solo te dare una oportunidad Royer, prometi ayer que lo haría pero no te ilusiones –dijo y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, lo sabía, sabía que ella no iba a perdonarme.
–Esta bien, y lo entiendo sólo quiero que sepas que yo jamás le haría daño a la mujer que me dio la vida, jamás –giro hacía la tumba que estaba detrás de nosotros con el nombre de "Eva Castillo Haas" esculpida en ella, la frase que lo acompañaba era lo que mamá siempre nos repetía"Siente, ama y vive la vida,
Hasta que se te agote el tiempo"Ella siempre fue así, vivió cada día de su vida como si fuera el último, siempre decía que no teníamos que desperdiciar el tiempo por cosas que no se podía evitar, su lema era que todo tenía un final, el dolor, la tristeza, todo lo malo llegaba un punto y terminaba, también la felicidad y la vida, pero repetía que vida teníamos solo una, y si no aprovechabas al máximo la única oportunidad de hacer lo que más feliz te haga era un tiempo totalmente perdido.
Y cuanta razón tenía.–Ella es mi mamá –Victoria mira hacia el lugar y la fotografía que había en ella
–E visto esa foto
–Sí quizás en el living de mi casa –trato de sonreir pero algo en mi pecho me impedía hacerlo –esa fue la última semana que estuvo con vida, le habían dado el trabajo de su sueños y por eso la llevé a festejar en su restaurante favorito, también le compré sus flores favoritas, Helena le regalo ese vestido con todo su ahorro, decía que le daría suerte en el trabajo y Tomas fue el encargado de tomarle la foto, creímos que al fin la vida nos volvía a sonreír después de la muerte de papá pero no fue así –sentí el nudo en mi garganta, dolía demasiado recordar lo que pudo haber sido si hubiese sido capaz de salvarla.
–Royer...–susurró sabía que me diría que pare, que podía contarle después pero era ahora o nunca, no iba a ver un después y por una extraña razón lo sabía–Hace aproximadamente tres años tuve un accidente laboral –carraspeo mi voz sonaba rasposa, el dolor que sentía en mi garganta evitaba que hable con claridad –fue un poco grabe –no quería que se entere que fui bombero por lo que omití esa parte –perdí la mitad de la movilidad de mi cuerpo
–Dios... pero ¿qué te sucedió?
–Quemaduras de tercer grado –contesto y veo sorpresa en sus ojos, quizás no debí decirlo pero tampoco tenía mucho sentido ocultarlo cualquiera podría sufrir eso, no solo un bombero y quería que sepa la gravedad en la que me encontraba en aquel entonces.–¿Cómo... como sucedió? –preguntó con la voz entrecortada, sé que le estaba recordando a su hija y es lo menos que quería, no quería eso, no quería causarle más dolor por lo que decidí no seguir por esa parte
–te lo contaré más adelante, si? –creí que iba a insistir pero no lo hizo por lo que prosegui sin mirarle, venía la parte más difícil para mí, no lo había hablado con nadie más solo con Gerard, ni siquiera Helena sabía esta parte de la historia
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Cicatrices del Pasado
Teen Fiction¿Cómo hace uno para olvidar un pasado tan doloroso y seguir adelante? "Encuentra un motivo, un objetivo a que aferrarse" decía mi abuelo pero, ¿Y si no tienes nada? y peor aún debas fingir que ya no te duele, que haz superado ese fatídico episodio...