Segundos después Manuel salió al jardín al ver que su hijo demoraba, no se había dado cuenta que Raquel iba detrás de él. Al llegar y verlo tirado en el suelo corrieron desesperados, palmearon su cara y vociferaron su nombre pero no reaccionaba.
––¡Raquel llama una ambulancia rápido! ––ordenó Manuel sacudiendo suavemente a Miguel por los hombros, al voltear la mirada al costado vio el celular encendido, echó un vistazo a los últimos mensajes y rápido escondió el móvil en el bolsillo de su traje, fijó la mirada en Raquel para cerciorarse de que no haya visto el móvil pero no se dio cuenta ya que hablaba desesperada por teléfono para que mandaran una ambulancia.
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––¿Cómo está? ––preguntó Daniel acercándose a su familia la cual estaba en el pasillo inquieta caminando de un lado a otro.
––Aún no tenemos noticias sigue en el salón ––respondió Manuel con semblante afligido.
––Por Dios ––susurró Raquel mortificada con ojos aguados, se encontraba apoyada a la pared, se abrazó con sus manos y ansiosa llevó una a sus mejillas para secar las lágrimas que brotaban, respiró hondo para mantener la calma, sentía un nudo grueso en su garganta y la impaciencia comenzaba a desesperarla aún más de lo que estaba. Llevó una mano a su frente pasándola por su castaño cabello ondeado, pestañeó seguidamente con mirada al techo para evitar soltar más lágrimas.
––Mamá tranquila ––la abrazó Daniel para consolarla, le masajeó la espalda, su madre apoyó la cabeza en el pecho de su hijo ––No llores, no llores. Papá es un hombre fuerte, ya verás como todo saldrá bien ¿sí? ––la sostuvo por los brazos y miró con ojos tiernos los llorosos de Raquel, intentó no llorar pero le fue imposible, sus ojos carmelitas se inundaron, dejó salir un sollozo y volvió a abrazarse de Daniel ––Sé fuerte ma, él está bien. ¿Cómo sucedió esto?
––No tenemos ni idea, estábamos cenando tranquilamente, de pronto llegó un mensaje a su móvil, dijo que saldría a hacer una llamada de trabajo y cuando tu abuelo salió al jardín lo encontró tirado en el suelo ––gemió Victoria sonando su nariz, ahogada en llanto se abrazó de su nieto Antonio.
––No te pongas así abuela ––la reconfortó Antonio frotándole el brazo. Una doctora con bata blanca, coleta en el cabello, anteojos e informe en manos se acercó a ellos.
Doctora: ¿Es la familia Ozdemir?
––Sí, cómo se encuentra mi padre.
Doctora: Es un milagro que esté vivo, afortunadamente pudimos hacerle el lavado de estómago a tiempo y extraerle el veneno.
––¿Veneno? Aguarde, no la estoy entendiendo ––frunció el ceño Raquel secando sus ojos ––dice que... que mi marido ingirió veneno ¿e..es eso? ––tartamudeó atónita.
Doctora: Así es.
––Es imposible, mi hijo no es un retrasado, él no sería tan loco como para envenenarse, además por qué razón lo haría ––comentó Victoria agitada mirándolo a todos desesperada.
––Tranquila abue, no te precipites, quizás es un malentendido. ¿Él está bien? ––preguntó Daniel a la doctora.
Doctora: Sí ya está fuera de peligro.
––Gracias al cielo ––suspiró Victoria aliviada.
Doctora: Lo trasladaremos a una habitación privada tal y como lo pidieron. En 5 minutos estará allí, mientras pueden ponerse de acuerdo para ver quién irá primero. Ahora debo atender otros pacientes, con permiso.
Los suspiros aliviados comenzaron a salir de la preocupada familia, aunque el semblante de Manuel mostraba una leve sospecha.
––En qué momento papá pudo beber el veneno.
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Rastros de Amor [Editando]
De Todo¿Que cómo una chica común y corriente acabó en medio de este caos infernal? Pues es muy simple... Todo se encabeza con el abandono de mis padres a temprana edad. Los oscuros secretos de quien dice ser mi única familia y los constantes líos en los qu...