Vivir condenado por un error no parece suficiente, pero cuando vio aquellos ojos azules; tuvo miedo, miedo de experimentar algo que nunca había sentido ¿Él? Un chico sin presentarse, había captado la atención de un alfa, sin poder hacer algo el hilo...
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10 de diciembre del 2011
El constante dolor de cabeza, hizo que el rizado abriera los ojos con pesadez; al instante la luz lo cegó por completo obligándolo que los vuelva a cerrar; la cabeza le daba vueltas y sentía mucho dolor por todo el cuerpo; comenzó a parpadear adaptándose a la luz.
El ojiverde, se apoyó en sus codos sentándose; entrecerrando los ojos al caer en cuenta que no estaba en su habitación; se sentó por completo teniendo como consecuencia un leve mareo; que lo hizo soltar un quejido adolorido
—Veo que ya despertaste – dijo una dulce voz, Harry dirigió su vista a aquella persona; no tenía olor, era beta
—¿Qué me pasó? – murmuró con la voz un poco ronca
—Te desmayaste, tienes suerte que tu alfa estuviera contigo – y ahí cayó en cuenta
—¿Lou? ¿Dónde está Louis? – preguntó tratando de ponerse en pie, aquella enfermera con delicadeza apoyó su mano en su hombro haciendo que se volviera a recostar
—Vendrá dentro de unos minutos – dijo la enfermera viendo su reloj – Tuve que mandarlo a sus clases, llevaba un dia aqui esperando que recobraras la conciencia
El rizado asintió entendiendo...
¿Pero por qué se había desmayado? Recordaba haber ido con el director Horan junto a Louis; y entonces la respiración se le volvió a cortar...
Reith...
Reith había salido impune...
Reith vendría por él...
Su miedo comenzó a aumentar, haciendo que la enfermería se llenará de feromonas de terror; su miedo estaba dominándolo y no sabía cómo afrontar aquello; y como si fuera cosa del destino el ojiazul entró por la puerta de la enfermería con un gesto preocupado al oler el miedo del rizado
—Lou... - imploró el omega, el alfa al instante soltó la bolsa que llevaba en las manos y se acercó al omega, que no dejaba de temblar
El ojiazul lo envolvió entre sus brazos, dejando que el omega hundiera su rostro en su pecho; Harry estaba demasiado asustado, pero de alguna forma el olor del alfa lograba calmar un poco a su omega que estaba complacido al tener al alfa cerca
—Estoy aquí Hazz – susurro el alfa dejando un beso en su cabello – Estoy aquí...
—No dejes que me haga daño, por favor
Louis sentía como su corazón se oprimía, el alfa con cuidado alzó el mentón del omega, le dolía ver aquellos hermosos ojos verdes cubiertos de lágrimas; sus mejillas estaban sonrojadas al igual que su nariz, el alfa dejó un suave beso en sus labios que al instante fue correspondido por el ojiverde
—Jamás – dijo el alfa volviendo a separarse del omega – Jamás permitiré que te haga daño
