GenderSwitchs Vol. 2 (Español)

Capítulo 3: "El pasado y el presente"

Hace mucho tiempo, en un lugar remoto de Inglaterra, en la ciudad de Londres, estaba una pastelería, la cual era muy famosa por vender de la mejor repostería de toda la ciudad, y podría decirse que hasta del país.

Allí trabajaba un hombre rubio, de alrededor de 27 años, llamado John Baker.

Curiosamente, su apellido hace referencia a su trabajo.

Era un hombre inglés de cabello rubio, y de ojos azules.

Él había abierto su tienda por su cuenta una vez obtuvo la propiedad del mismo a sus 24 años, aún cuando estudiaba en la universidad.

Él trabajó mucho en su tienda a pesar de ello, y cuando se graduó, siguió trabajando en aquel dichoso lugar, haciendo todo tipo de dulces y pasteles; también servía té, café, hacía desayunos, etc.

Aquel lugar era, valga la redundancia, reconocido por su alta calidad de productos. Esto era debido a que él creció en una familia la cual llevaba generaciones haciendo este trabajo, y de la cual parecía haber heredado ese don.

Una vez él encontró su pasión, él se dispuso a abrir su local; una vez lo abrió, disfrutó cada día de su trabajo, mientras preparaba y servía todo con una sonrisa en su rostro.

Poco a poco, él fue contratando personal, mientras que él los guiaba de la manera más apropiada y detallada posible.

Él era una persona amable y amigable con todo el mundo.

Un día, en su restaurante, se sintió una presencia la cual hacía que los alrededores se sintieran muy tensos, lo cual hacía que todos sus empleados y clientes, excepto él, se pusieran nerviosos de solo sentir aquella presencia.

Aquella presencia entró en aquel lugar, y tomó asiento en una esquina cerca de la ventana, mientras tomaba el menú para ver qué podría ordenar.

Aquella persona era una mujer joven, de alrededor de 25 años.

Esta mujer era Takahashi Nanami. Era una crítica profesional de restaurantes, pastelerías, y todo lo que tuviera que ver con la gastronomía en general.

Ella, por su nombre, era de origen Japonés; tenía un cabello castaño oscuro, ojos de un color marrón miel, y una piel bastante blanca, y muy suave.

Desde lejos se podía notar una mirada seria en su rostro, con un atuendo bastante elegante.

En ese momento, ella llevaba una falda larga de color negro que le llegaba hasta los tobillos, unas largas medias que apenas se lograban ver, una camisa blanca con una corbata de color vino tinto, y un saco del mismo color de la corbata.

Ella también estaba usando una bufanda de rayas rojas y vino tinto, unas gafas de sol, las cuales la hacían verse más "agresiva", y unas zapatillas de color negro de tipo tacón, pero no muy altas.

Su aura tan tensa hacía que todos en el lugar, excepto por el dueño, se sintieran incómodos.

El dueño de aquel lugar, quien no parecía tenso en lo absoluto por el aura que aquella mujer tenía a su alrededor, dijo a sus empleados que él mismo le atendería.

"Buen día, señorita. ¿Le gustaría ordenar nuestra especialidad de la casa?"

Dijo aquel hombre con una mirada serena y alegre.

La mujer, quien parecía molesta por algún motivo, simplemente dijo:

"Me gustaría el mejor platillo que tengan."

"En ese caso, le daré el platillo que usted está buscando."

Él ya sabía quien era ella, y por tanto, impresionarla con su alta calidad gastronómica la sorprendería.