Kyan Reki es un famoso cantante, pero la fama conlleva diversos riesgos, por lo que debe vivir con guardaespaldas. El problema es qué ni uno soporta su personalidad o salen heridos... Hasta que llega a su vida Langa, un ex soldado y patinador de sno...
Llegó el fin de semana y tal y cómo Langa había dicho, pasó a buscar a Reki para ir al cumpleaños de Miya.
De regalo le llevaba unos juegos ya que sabía que Miya amaba jugar video juegos.
Los días que Langa estuvo en la casa de Miya le envió fotos de los juegos que Miya tenía para que compara alguno que no tuviera.
Una vez que estuvieron en el estacionamiento, Langa miró hacia todos lados y al comprobar que no había nadie al rededor, no aguantó ni un segundo más y besó a Reki, quien también respondió desesperadamente.
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Subieron al auto y continuaron besándose, eran realmente adictivos los labios del otro.
- Langa... Creo que deberíamos detenernos o jamás iremos al cumpleaños - dijo Reki con dificultad.
- Tienes razón pero me cuesta - admitió Langa riendo.
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Llegaron al edificio donde vivía Miya, la fiesta sería en la azotea, ya estaba atardeciendo y la vista desde el lugar era preciosa.
La azotea estaba decorada con luces blancas, había un mini bar en una equina y entre los invitados habían muchas celebridades.
- ¡Reki! ¡Langa! Qué bueno que llegaron, pasen - Miya los recibió feliz y los invitó a pasar al lugar.
En un rincón ya estaba Cherry y Joe discutiendo de algún tema.
El resto de la noche fue tranquila, pero de igual modo Langa cuidaba a Reki y a Miya por si a Adam se le ocurría hacer alguna locura.
Miya no se había aparecido mucho en la fiesta, sólo a ratos.
- ¡Langa! Ven un segundo - Reki llamaba a Langa con su mano, éste lo siguió y fueron hasta las escaleras de emergencia del edificio.
- Te extrañé durante la semana, sólo déjame estar así unos minutos - Reki abrazó a Langa, quien le devolvió con fuerzas el abrazo.
- Ya sabes lo que dijo Cherry, es peligroso hacer esto en lugares con más personas - dijo Langa mientras acariciaba el cabello del muchacho.
- Lo sé, pero me siento cómo un adolescente enamorado - respondió Reki hundiendo su cara en el pecho del guardaespaldas.
- Pero si eres un adolescente - rió Langa mientras sentía la respiración del Idol, no aguantó más y tomó el rostro de Reki y comenzó a besarlo mientras lo acorraló a la pared.
Después de varios minutos de besos apasionados un ruido a lo lejos los sacó de su momento romántico y comenzaron a reír.
- Ya es tarde y ni siquiera vi a Miya, deberíamos buscarlo para despedirnos - dijo Reki.
