Kyan Reki es un famoso cantante, pero la fama conlleva diversos riesgos, por lo que debe vivir con guardaespaldas. El problema es qué ni uno soporta su personalidad o salen heridos... Hasta que llega a su vida Langa, un ex soldado y patinador de sno...
En el taxi camino al aeropuerto, Langa le preguntó a Reki si había tenido éxito con la conversación con su hermana.
- No me abrió la puerta, tampoco fue a despedirme... Aún debe estar molesta por haberla dejado, pero la entiendo - dijo Reki con sus ojos llorosos.
- De seguro viajará a Tokio con tu familia para tu concierto, tranquilo - le dijo Langa con una sonrisa.
- Eso espero... ¡OH! Olvidé decirle algo a mi mamá - dijo Reki con cara de asustado - No le presente a mi novio.
Langa se sonrojó al escuchar eso.
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Al llegar a Tokio, aún tenía un día libre antes de volver a su apretada agenda, por lo que iría a hablar con Ainosuke.
Llegaron al departamento del hombre, pero antes de tocar el timbre Reki miró a Langa.
- Mejor espérame aquí afuera, no creo que Ainosuke se sincere si estás presente, además está es la única forma de salir, no creo que me vaya a tirar del balcón - bromeó Reki.
Langa palideció al imaginar la escena.
- Mantén la llamada en curso, iré escuchando todo y apenas escuche que se está poniendo agresivo, no dudaré en entrar - dijo Langa seriamente.
Reki asintió con la cabeza y comenzó a tocar y el timbre, golpear y hablar.
Ainosuke no quería abrir la puerta.
- ¡No me iré de aquí hasta que me abras! - decía fuertemente mientras tocaba una y otra vez el timbre.
Ainosuke finalmente abrió.
- Los vecinos se molestarán, detente - le dijo Ainosuke, quién tenía cara de demacrado.
- ¿Podemos hablar? Necesito decir muchas cosas, por favor no huyas más - dijo Reki determinadamente mientras lo tomó del brazo.
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Una vez dentro, Ainosuke y Reki estaban sentados frente a frente, aún no habían dicho ni una palabra pero la tensión en el aire se podía sentir.
- Ainosuke, ya se sobre tu trastorno de personalidad - dijo Reki finalmente.
- ¡¿Qué?! - Ainosuke abrió los ojos y quedó con la boca abierta - ¿Cómo te enteraste?.
- Eso no importa - respondió Reki - Debiste contármelo ¿Creíste que dejaría de ser tu amigo sólo por eso?.
- Es peligroso Reki, cuando aparece mi otro yo, no sé que hago y tampoco lo recuerdo - dijo Ainosuke nervioso.
- Comprendo... Quizás no sólo hac3 falta una terapia, sino que también necesitas apoyo de tus amigos - dijo Reki con una sonrisa.
- ¿Por qué eres tan bueno conmigo? No lo valgo - dijo el peliazul apretando los puños.
