Euphoria [Jikook]

17. First Time

– No tienes idea lo mucho que me gusta cuando dices eso. –dijo sonriendo.

– Otro dato. –anuncié. – Soy muy friolento. –dije cubriendo mis brazos con mis manos.

– Volvamos adentro, te prestaré algo y luego lo usas para volver a casa.

– Vale. –asentí caminando de vuelta a la escalera. – Aún no me acostumbro a las temperaturas de la playa, son muy engañosas.

– Sí, en la tarde hace mucho calor. –aceptó.

Juntos subimos las escaleras de vuelta a la casa y nos dirigimos a su habitación, una vez ahí dentro se acercó al armario y abrió la puerta para buscar dos sudaderas.

– ¿Cuál? –preguntó estirando una sudadera negra y otra de color azul.

– Gracias. –respondí tomando la negra y estirándola frente a mí.

Cuando deslicé la prenda sobre mi cabeza sentí el característico olor de Jungkook, una mezcla entre su perfume y loción, con el olor del aromatizador de ropa y además esa nota desconocida que era única en él.

Rodeé mi cuerpo con mis manos y las deslicé rápidamente sobre la parte alta de mis brazos.

– ¿Quieres un té? –preguntó sonriendo y mirándome.

– Sí. –respondí. – Me tomo la taza de té y me voy a mi casa para que puedas descansar ¿Está bien?

– No molestas para nada. –dijo saliendo de su habitación conmigo siguiéndolo.

Sonreí por sus palabras, sin embargo, debía irme a mi casa, él había sido muy hospitalario conmigo y no podía aprovecharme de eso.

Me senté en la sala de estar con él a mi lado, la taza de té entre mis manos y una manta cubriendo nuestras piernas.

– Voy a poner una serie que me recomendó Taehyung ¿Te molesta? –preguntó moviéndose por el menú de Netflix.

– Para nada, quizás me queda gustando. –respondí mirando la pantalla.

Luego del primer capítulo ambos estábamos muy interesados en qué pasaría luego, sin embargo, por la hora decidí hablar.

– Creo que ya debo irme. –dije mirando la hora en mi móvil.

– ¿En serio? –preguntó mirándome.

– Sí, mañana tenemos que juntarnos temprano, no puedo trasnochar. –expliqué peinando su cabello. – Además, tu hermana pronto llegará y no quiero incomodarla estando aquí.

– Mmh en primer lugar la casa es muy grande, no podría incomodarse. –dijo bajándole el volumen a la televisión y acomodándose en el sillón, quedando frente a mí. – Y, en segundo lugar, mi hermana no va a llegar. –dijo antes de desviar la mirada.

Así que sí lo había hecho a propósito.

– Ah ¿En serio? –pregunté tomando una de sus manos y acariciando el dorso de ella.

– Sí. –respondió volviendo su mirada a mis ojos.

Jungkook se volvía sin vergüenza cuando bebía y quizás esa era la razón de por qué me había invitado precisamente esa noche que bebimos.

Quizás sólo yo pensaba de esa manera, pero para mí sólo podía significar una cosa, así que acerqué mis labios a los suyos y lo besé con cuidado, aunque toda precaución no duro más que unos segundos, pues ambos decidimos llevar el beso de lo dulce a lo pasional.

Mis manos sostuvieron su barbilla y lo mantuve cerca de mí a medida que nuestras lenguas provocaban al otro y nos incitaban a seguir. Entre besos Jungkook se movió y terminó por quedar a horcajadas sobre mí. No tardó en menear sus caderas levemente generando fricción entre nuestros cuerpos y haciéndome suspirar del gusto.