Euphoria [Jikook]

27. Familia

Toqué el timbre y eché mi cabello hacia atrás por el nerviosismo.

Suspiré una vez antes de escuchar pasos acercándose a la puerta y me sorprendí al ver a Eun y no a mi novio.

– ¡Hola! –saludó con ánimo. – Pasa, no te quedes ahí afuera. –me invitó con una media sonrisa.

– ¿Cómo estás, Eun?

– Todo bien ¿Y tú? –preguntó apoyándose en un pequeño muro a la entrada de la casa. – ¿Preparado para hoy? –dijo elevando sus cejas.

– Bueno...

– ¡Es broma! –dijo sonriendo. – Te irá bien. –respondió calmándome.

Jungkook bajó casi corriendo las escaleras y se acercó a mi con una sonrisa.

Lo recibí con un beso en los labios mientras él rodeaba mi cuello con sus manos.

– Bueno, me voy. –dijo ella alejándose de nosotros.

– Al fin se fue. –dijo él sobre mi boca.

– Eres malo. –me reí.

– No, sólo quería darte un beso. –dijo sonriendo. – Ven, debes conocer a mis padres.

Yo asentí y dejé que me guiará hasta ellos, asumía que estaban en la cocina; pero para mi sorpresa, estaban afuera, en la terraza.

Salimos de la casa y vi como el sol del atardecer iluminaba la escena, una pareja de no más de cincuenta años conversaba animadamente en una mesa que había afuera, ambos con un vaso de algún coctel.

– Mamá, papá. –habló Jungkook mientras se acercaba a ellos.

Ambos giraron sus rostros para mirarnos con atención y sonreí internamente al ver a Jungkook en sus padres.

– Este es Jimin. –me presentó. – Mi novio.

Cuando dijo eso sentí ganas de cubrirme la cara, pero únicamente sonreí y me acerqué a ellos para saludar.

– Hola. –habló la mujer mientras se ponía de pie. – Soy Boyoung. –se presentó con una sonrisa.

– Un gusto. –dije sonriendo.

– Ah, míralo. –dijo ella sorprendida. – Jungkook, tiene una sonrisa muy hermosa, ya veo por qué parecías tan embobado estos días.

No pude evitar soltar una carcajada cuando escuché aquel comentario que me hizo relajarme.

Jungkook frunció el ceño y se quejó como si fuera un niño pequeño.

– Hola Jimin. –habló esta vez el hombre, y me giré levemente a él para saludarlo. – Me llamo Dongwan.

– Hola, un gusto. –dije contento.

– Bueno, ya se conocieron. –dijo Jungkook. – Estaremos adentro. –dijo tomando mi mano y llevándome dentro de la casa, pero antes de que pudiéramos entrar por completo a la casa, la mamá de Jungkook alzó la voz.

– Jungkook. –llamó y él miró con las cejas alzadas. – Recuerda las reglas. –advirtió.

– Sí, mamá. –dijo algo incómodo.

Finalmente entramos a la casa y no pude evitar preguntar.

– ¿Qué reglas? –pregunté mirándolo.

– Si estamos en la habitación no podemos cerrar la puerta. –dijo sonrojándose.

– Ah. –respondí sonriendo.