Rules of Marriage ✗ hhjn + ygjn

catorce

Las pisadas sobre la acera eran cada vez más fuertes, era un tonto, se había olvidado por completo que tenía que entregar un proyecto de publicidad para la empresa, llegaba tarde como casi 10 minutos al trabajo. Lo peor de todo era que su "esposo" se había ido temprano y no tuvo el descaro de acercarlo al trabajo cuando en específico ellos trabajaban en el mismo lugar.
Corrió con su portafolio en mano, con el viento helado golpeando en sus mejillas que yacían rojizas por el frío.
Entró casi como un Rayo a la empresa, torpe escaneó su tarjeta de identificación abordando el ascensor antes de que se cerrara.

Jeongin suspiró de cansancio, había algunos empleados mirándolo raro por su cabello alborotado y sus ropas un poco mal colocadas en su cuerpo. Le restó importancia, con ansiedad golpeaba la planta de su pie contra el piso a la velocidad de la luz. Había dado por hecho que Sooyoung lo mataría por presentar la publicidad tarde. Revisó su teléfono y tenía varias llamadas perdidas de la antes nombrada.
El elevador se abrió, y sin importarle Jeongin empujó a las personas, e ingresó a su oficina tirando el portafolio en alguna parte de allí, sacó el pendrive de su bolsillo y con rapidez envió el trabajo por mail para su superior.

Se sentó en la mesa, golpeando su cabeza sobre la madera gritando con frustración.
Su mano recorrió todo su cabello rubio, estaba muy enojado, seguramente le descontarán esto de su sueldo, pero no le importaba, ya habia depositado el dinero que le dió Hwang en su cuenta bancaria, y la renta de su casa anterior ya la pagó, además le dio la mitad del dinero a Seungmin para que lo utilizara en cosas que él necesite.

━ Como te odio Hwang Hyunjin. ━  tecleó con sus manos en las pequeñas teclas junto a él.

Yang siguió trabajando, como por más o menos una hora, hasta que su corazón comenzó a latir muy rápido cuando escuchó el ruido de unos tacones por el pasillo.
Eran esos zapatos, los que ella siempre usaba, los zapatos de taco negros, que quedaban hermosos en sus pies como Cenicienta. El vidrio de su puerta fue golpeado, y allí estaba ella con el cabello suelto hasta más abajo de sus pechos, con ondas hermosas, su típica vestimenta de siempre.
En sus labios rosados brillantes se dibujaba una acogedora sonrisa, Jeongin se sentía tan nervioso.

━ Jeongin-Ah, hola pequeño. ━ él aún seguía con la cabeza gacha nervioso. ━ Hacia mucho que no te veía por aquí. ━ le sonrió de nuevo mostrando sus blancos dientes.

━ Rosie... ━ dijo casi tartamudeando. Desde que llegó al edificio por primera vez, Rosie había causado mariposas dentro de él. No solía enamorarse de chicas, pero ella era un tanto especial; tenía esa chispa que llamaba su atención. ━ Si, eso creo. Hoy he llegado tarde, lamento eso.

Park rió apoyando sus manos sobre el escritorio de Jeongin tratando de buscar su mirada.

━ Dentro de unos minutos es el receso, ¿Salimos a almorzar juntos? Conozco un lugar aquí cerca que hacen un excelente pollo frito, ¿Qué dices? ━ movió su cabeza repentinamente hacia un costado para quitar el cabello que molestaba en sus ojos.

¿Ella lo estaba invitando a comer? Oh Dios. Jeongin se sentía en la gloria. Al fin podría salir con Rosie sin que Hyunjin interfiera entre ellos. Además, en el contrato decía que ninguno de los dos debía interferir en relaciones del otro, así que no le veía nada malo y no tendría de que preocuparse.
Asintió con una leve sonrisa, cerrando su laptop. Fue hacia el perchero tomando su abrigo.

━ Vamos. ━ dijo decidido.

La Señorita Park tomó del brazo a Jeongin, llevandoselo entre los pasillos, siendo mirados por todos los empleados.
Ella no paraba de hablar un segundo, y Jeongin escuchó cada palabra que dijo sin hacer un mínimo ruido, le gustaba oírla hablar, su voz era tan suave y tranquila.
La espera de la comida siempre se hacía eterna para Yang, pero estar con Rosie hacia que esa espera valiera cada segundo de su vida con tal de oír a la mayor hablar.