1. Kakashi Hatake: Parte 1

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Cuado se es una persona normal o mejor dicho un niño normal la vida en la mayoria de los casos es: "sencilla", sin preocupaciones, solamente disfrutar de ello; de la niñez. Cuando se trata de niños nacidos en familias de shinobis reconocidos, desde muy temprana edad se espera mucho de ellos; hecho que a él no le dió problema, desde pequeño demostró una gran disciplina, entrenaba incluso a la hora de pasar el tiempo jugando con niños que aspiraban algún día a convertirse en ninjas poderosos; su gran astucia hacía que todos quedaran súmamente impresionados por el gran talento que poseia aquel pequeño de cabello platinado.

Su apariencia siempre seria y despreocupada oculta trás una máscara de tela, su alma llena de bondad, un espíritu de lucha por la justicia y un corazón lleno de orgullo por ser hijo de quién es: Hatake Sakumo el legendario "Colmillo Blanco de Konoha".

-Kakashi, es hora de irnos.-un hombre de cabello largo y blanco se acercó a la puerta de la habitación perteneciente a su pequeño hijo.

-De hecho ya se nos está haciendo tarde ¿no crees, padre?.-un niño de no más de 5 años estaba parado en el techo con los brazos cruzados y su oscura mirada fija en aquel hombre.

-No debes ser tan severo respecto a los horarios ¿sabes?.-respondió Sakumo al tiempo que tomaba a su joven hijo para bajarlo y posarlo en sus hombros.

-Solo quiero llegar a ser un gran ninja como tú y para ello debo apegarme al cumplimiento de las reglas de un shinobi.

-Lo sé, pero aún te falta mucho por aprender, Kakashi, las reglas son escenciales pero de vez en cuando está permitido romperlas.-concluyó guiñandole el ojo y con una sonrisa tan pacifica que al pequeño no le quedó más remedio que sonreir aceptando lo que su padre le acababa de decir.

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-Es una deshonra.

-Cobarde

-Abandonar la misión ¡JA! Y se dice ninja.

-Legendario, legendario cobarde.

-Basura.

-La peor escoria.

Cayó la noche y con ella nubes amenazando lluvia y, aún, a lo lejos, podían verse relampagos que iluminaban el cielo y que poco a poco se iban acercando; Kakashi iba de regreso a su hogar, la Academia había finalizado sus clases hacía rato pero él quiso entrenar un poco más. Caminó a su hogar en silencio, solo escuchando lo que la gente hablaba pues no había otro tema de conversación en toda la aldea: un reconocido shinobi decidió abandonar su deber para no arriesgar la vida de sus compañeros, un hecho lamentable y vergonzoso para todos ya que es bien sabido que un ninja jamás abandona su misión, al contrario, está dispuesto a dar la vida por el cumplimiento de la misma ya que de ello depende la estabilidad y reputación de la aldea.

《Si tan solo no hubieses sido tan cobarde》pensó. El orgullo que alguna vez tuvo hacía aquel hombre de cabellera blanca se desvaneció. Las palabras de odio, de repudio hacía el "Colmillo Blanco" influyeron en él; odiaba a quienes hablaban mal de su padre y odiaba al mismo por provocar esos comentarios que no existirian de haberse apegado a las reglas que eran elementales en todo momento.

Gotas de lluvia cayeron sobre su rostro, un rayo de luz iluminó el camino, unos metros más y estaría en casa, la cual al alzar la mirada se notaba completamente oscura.《Tal parece que otra vez no está en casa》dijo para si mismo. Con toda la calma del mundo caminó lo que faltaba para llegar a su hogar, se quitó las sandalias y se adentró en él, no había luz que iluminara el interior pero no era problema para él, conocía cada rincón de ese lugar.

Nuestro Destino (KakaSaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora