【𝐏𝐫𝐨́𝐥𝐨𝐠𝐨】

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Estábamos a nada de llegar, el GPS solo decía unas cuatro cuadras, el semáforo estaba en rojo, pero eso no lo detuvo, pasó derecho casi sin mirar. Yo no aguantaba más, y es justo en ese momento cuando siento el impacto del choque del auto, un golpe fuerte en la cabeza hizo que me quedara inconsciente.

Hay que disfrutar cada maldito segundo de vida que tienes, nunca sabes cuándo lo perderás todo, no sabes cuándo perderás a la persona que amas, o a los que te rodean.

Cuando lo ví entrar a el por esa puerta la primera vez, genero algo dentro de mi y no lo voy a negar pero tampoco lo diré en voz alta. Desde ese día no lo he visto, aunque se que lo volveré a hacer, es lo que tiene cuando tú mejor amigo se lleva bien con todos.

No creo poder encontrar una forma de expresar lo sorprendida, triste, confundida y decepcionada que me sentía, siendo sincera no me lo esperaba, siempre seguí el punto equivocado.

Una vez mi psicólogo me dijo que, ''si en verdad estás enamorado, no te fijas en nadie más, pero si te interesa alguien más, no lo estás'', a veces creo que si se puede tener ojos para dos, pero en mi caso no sabía que hacer.

Mi vida no era nada perfecta antes de que el llegara, digamos que mi familia fingía serlo, siempre querían estar por arriba de todos, las mejores marcas, escuelas, productos, cosas caras para demostrarle a la gente lo que ellos tenían o podían conseguir si así lo quisieran, y si había algo que no encajaba se iba.

Mi vida había sido siempre controlada por mis padres, no me dejaban hacer nada que un adolescente de mi edad hiciese, sin nada de alcohol, ni fiestas, ni drogas, entre otras cosas, tampoco me dejaban salir con personas de ''bajo nivel", así las llamaban.

Básicamente estaba rodeada de hipócritas que preferían juzgar tu vida antes de siquiera vivir la suya.

Siempre Fue Él. No?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora