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''Ese día en el que todo empeoró, ese día, tu no estabas ahí"

Mi mirada se posa en el espejo que tengo delante y observo cómo me queda.

─ Cámbiate ese vestido, no me gusta y acuérdate a dónde es que vamos, no es para la ocasión ─dijo mi madre desde la puerta, con una mirada que congelaría a cualquiera, pero yo ya estaba acostumbrada.

─ Claro madre ─fuerzo una sonrisa y cuando se da la vuelta ruedo los ojos.

Mi madre a cambiado mucho desde el último año, se comporta más dura y fría que antes, no la culpo, pero tampoco me parece correcto que lo haga, hay otras maneras de olvidar las cosas que sucedieron.

Me quejo en mis adentros, mientras camino hacia la cama para elegir otra prenda, diciéndome que solo tengo que aguantar un año más y me iré de aquí.

Miré las cuatro opciones que tenía sobre mi cama, no me terminaban de gustar como el que traía puesto, pero de todos modos agarre el que estaba a la derecha del todo, era de color rojo, con un escote en V, de la cintura para arriba era apretado, mientras que de la parte de abajo estaba suelto y llegaba hasta el suelo.

Me lo coloque, volví a mirar mi reflejo en el espejo y me quedaba bastante bien, me queda muy sexy el color rojo.

─ Pero quién es esa hermosa dama? ─dijo silbando Liam desde la puerta, divertido.

─ Cállate ─me río─ Mírate tú, estoy babeando ─digo divertida, mientras él se ríe.

─ Todos babean por mí ─dijo arreglándoce el traje mientras se acercaba y se sentaba en mi cama.

─ Claro, como Lizzy ─digo divertida mientras me giro para mirarle la cara, ésta se encuentra un poco sonrojada. Es tan tierno.

Lizzy va a la misma escuela que nosotros, es una de mis amigas y lo que ella no se da cuenta, es que mi mejor amigo está loco por ella.

Mientras que hay otras chicas que tienen ojos en él, él solo tiene ojos para ella. Que cursi.

Estaba a punto de contestarme cuando lo llaman y lo escucho suspirar de alivio, que suerte tiene.

─ Liam! ─dice el padre de mi amigo, desde el piso de abajo.

─ Salvado por la campana ─le digo sonriendo, mientras él se levanta.

─ Gracias a dios ─dijo, dirigiéndose a la puerta.

─ Hablaremos de eso luego! ─le aviso levantando un poco la voz para que me escuche bien.

─ Ni en tus sueños! ─dice, y lo escucho reír.

Cada ves que sale el tema de Lizzy, algo o alguien siempre nos interrumpe, mi amiga no está interesada en nadie pero eso no es algo de lo que Liam no esté enterado. De todos modos él dijo que algún día la conquistaría, quiero estar ese día para ver cómo hace el ridículo ese payaso.

Me miro por última ves al espejo y me dirijo a la puerta de mi habitación cerrandola detrás de mi, hoy será otro de esos días aburridos en los que tendré que fingir ser feliz frente a los socios de mis padres, genial.

Tenía que comportarme todo el tiempo como una "señorita" para dar buena impresión a personas que ni siquiera conozco.

El lado positivo es que tengo a Liam conmigo, mi mejor amigo es tan dulce, le cae bien a todo el mundo, es divertido, alegre, sincero. Nos conocemos desde bebés gracias a nuestros padres, tan solo nos llevamos unas horas de diferencia y como no, él nació primero que yo, lo que significa un par de burlas de su parte de vez en cuando. Básicamente lo considero como un hermano, de niños tuvimos esa conexión y desde entonces somos inseparables, la verdad nose que hice para merecerlo.

Lo que no me termina de convencer es el hermano mayor de Liam, así es, tiene un hermano y es dos años mayor que yo, se llama Jason, es tan insoportable pero muy sexy, que la mitad de la escuela babea por el, se parece mucho a su hermano, el problema acá es que no me llevo del todo bien con él, digamos que tiene un carácter muy fuerte y siempre que se puede nos atacamos.

Me dirijo a las escaleras, mientras bajo miro a todos por separado, mis padres y el de Liam hablando, Jason sentado en el sofá y a su lado su novia Madison.

Liam estaba saliendo justo en ese momento por la puerta de la cocina y me dirijo hacia él, lo agarro del brazo y lo vuelvo a meter en la cocina, me mira confundido, no entiendo cómo esto puede estar pasándome.

─ Qué hace ella aquí!? ─le digo susurrando para que solo él pueda escucharme.

─ Jason la invitó, a mi padre no le pareció buena la idea, y yo no opine nada sobre el tema ─me dijo, encogiéndose de hombros por lo último.

Respiré ondo para no dirigirme ahora mismo al sofá y tirarle de los pelos a la descerebrada de Madison.

─ Está bien, pero está vez lo haremos ─le digo sonriendo, recordando que la última vez nos habían interrumpido.

─ Ooh, claro que sí ─me dijo con maldad, mientras chocábamos los cinco.

─ Chicos vámonos! ─escucho decir a mi padre desde la entrada.

Me agarro del brazo de mi mejor amigo mientras avanzamos, no quiero ir, es totalmente innecesario, y se pone peor ahora que está la chillona de Madison, creo que lo único bueno es lo que pasará, no entiendo cómo Jason la aguanta y no se da cuenta que solo lo utiliza.

─ Que te parece si salimos mañana? ─me pregunta y sonríe al ver que logra sacarme una sonrisa.

─ Claro que sí! Al cine, o por un helado... o sino podemos ir a ver el partido! ─digo feliz por la tercera opción, él si sabe cómo levantarme el ánimo.

─ Podemos ir al partido y luego por un helado ─me dice sonriendo, mientras caminamos a la salida, Liam me deja pasar primero por la puerta, y al salir, la cierra detrás suyo.

Nos subimos al auto, nosotros dos atrás y mis padres delante, mientras que en el otro auto está Jason, su padre y la perra, digo Madison.

El auto comienza a moverse, dirigiéndose a su destino, mientras miro por la ventana y juego con la mano de Liam.

Siempre Fue Él. No?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora