Bittersweet. {Larry Stylinson}

XIII. Monopoly night.

Maratón 1/3

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Si tu nombre no está aquí, estará en el próximo capítulo, recuerda que *voz que Misha Collins* It's a marathon!

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Louis.

Que Louis recuerde, sólo una vez en su vida se sintió incómodo. Y fue porque cuando estaba pequeño, se había caído mientras tiraba las flores en la boda de su tía. Pero de ahí en fuera, nunca volvió a sentir esa rara sensación o algo por el estilo.

Bueno, hasta ahora.

Se encontraba sentado en el comedor de la casa de Harry, pues éste le dijo que su madre quería conocerlo.

«El horror...»

La familia de Harry consistía en: él, su madre y su hermana (tal parece que el señor Styles había ido a la misma tabaquería que su padre). La mamá de Harry aún no había llegado y en ése tiempo, el más alto aprovechó para empezar a hacer la cena, dejando a Louis sentadito en silencio con Gemma.

— ¡Joder! —escuchó exclamar a la chica. La fémina llevaba ya más de quince minutos tratando de pintarse las uñas de la mano izquierda, claramente sin éxito. Ya había manchado varias veces la mesa.

Louis se empezó a reír, pero paró al sentir la mirada femenina sobre él.

—Ouh...yo te puedo ayudar—ofreció. Gemma alzó una ceja. Aquel niño se le había hecho raro al solo verlo cruzando la puerta. Su suéter (de un morado suave), su complexión (la cual lucía aún más pequeña a lado de Harry) y su voz (algo aguda).

Gemma lo había analizado. Pero no dijo nada.

— ¿En serio? —preguntó.

Louis asintió—. Tengo cuatro hermanas pequeñas, lo he hecho antes—se encogió de hombros y tomó una servilleta, poniéndola bajo la mano de la chica—. Así no se manchará—explicó. Después tomó la mano de Gemma, junto con la pequeña brocha del esmalte. Empezó a pasarla por la uña femenina—. ¿Harry nunca te ayudó? —preguntó.

La chica rió—. No, nunca.

Louis la miró—. Debo ser el único rarito que le ayuda a sus hermanas a hacerlo... ¡inclusive prueban los esmaltes en mí! Algo debe de estar mal conmigo...—rió.

Gemma sonrió—. No, yo creo que eres lindo.

El castaño la volvió a mirar.

Era igual a su hermano.

—Mamá acaba de hablar—mencionó Harry, mientras salía de la cocina—, dijo que está en camino y-... ¿qué están haciendo?

Tomlinsón volvió su vista hacia sus manos, aún sostenía la brochita y la mano de Gemma—. Le pinto las uñas a tu hermana.

— ¿Por qué?

—Porque soy un buen ciudadano.

Harry alzó una ceja.

—Además—prosiguió—, dejaste que Fizzy te pusiera cosas en el cabello, déjame pintarle las uñas a tu hermana. Casi acabo.

Gemma rió y Harry se encogió de hombros.