XVI. Doncaster.

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—Oh—exclamó, viendo las maletas fuera y dentro del coche―. Vuelvo a Doncaster.

Harry dejó de sonreír y su mente se quedó en blanco.

« ¿Qué?»

______________

Harry.

— ¿Por qué? —Exclamó Harry—. No puedes—dijo. Estaba triste, enojado y confundido.

Louis no podía irse. No. Él tenía que quedarse, en Londres. Terminar sus estudios, después casarse, adoptar dos niños, tener una mansión, un lindo auto y 101 dálmatas.

Con Harry.

Porque Louis debía estar con Harry.

¿Verdad?

—Déjame explicarte bien...—trató de decir Tomlinson, pero fue interrumpido por el rizado.

— ¿Por qué no me dijiste? —volvió a decir, con expresión triste.

—Harry...—suspiró.

— ¡Voy contigo! —dijo.

— ¿Qué?

— ¡Sí! —volvió a decir—. Yo...eh, ¡yo quepo en esa maleta! —señaló una maleta, que reposaba fuera del auto. Azul.

—No, espera, Harry...

— ¡Es que no te puedes ir! ¿Y la escuela?

—Salimos de vacaciones la semana pasada—contestó.

—Lou...

—Harry...—repitió.

Sin previo aviso, Styles lo abrazó, con fuerza, escondiendo su cabeza en el cuello de Tomlinson.

Louis le acarició la espalda—. Harry-...—se detuvo—. ¿¡Harry, estás llorando!?

Styles lo apretó más.

—Harry, Harry, no llores—Louis no sabía qué hacer. Nunca supo qué hacer exactamente cuando alguien lloraba—. Joder, Harry, ¡es sólo por una semana!

Styles abrió los ojos, se separó de Louis, aun sosteniéndolo por los hombros. Tenía los ojos acuosos—. ¿Qué dijiste?

Louis suspiró—. Solo es por una semana—explicó—, mis abuelos viven allá—prosiguió—, mi abuelo está enfermo y mi madre se preocupó. Iremos a verlo solo por una semana—recalcó las últimas palabras—, y, si te dije hasta ahorita, es porque a mí también me dijeron está mañana. Fue como una sorpresa. Lo siento, de todas maneras—finalizó.

Harry volvió a sonreír, aún con sus ojos cristalinos. Abrazó a Louis de nuevo.

— ¿Por qué no mencionaste antes? —susurró en el oído del castaño.

— ¡Porque no me dejaste! —contestó.

El rizado rió, avergonzado—. Lo siento—musitó.

—Eres un tonto—dijo, y besó al chico rizado.

No se dieron cuenta, pero atrás de ellos se encontraban las hermanas de Louis, observando todo.

Daisy y Phoebe reían bajito, Felicite solo alzaba las cejas y Lottie tomó varias fotos.

—Éstas las verá la abuela—dijo, viendo las fotografías en su celular.

— ¿Estás seguro que sólo será una semana? —preguntó Harry, una vez que se separaron.

Bittersweet. {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora