21.- Ya lo sabíamos.

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< Dos semanas después >

- Buenos días señora Kim - dije apenas me abrió la puerta de su casa.

- Buenos días Byulie, mi hija está en la escuela, ¿sucede algo? - preguntó un poco preocupada - pasa por favor - asentí y con el bastón me ayudé a subir el pequeño escalón que se encontraba en la entrada.

Durante dos semanas fui a terapia para recuperar el caminar, en las noches repetía en secreto algunos ejercicios de la terapia en mi habitación. Gracias a eso pude deshacerme rápido de la silla de ruedas pero ahora parecía abuelita usando un bastón.
Aún seguía yendo a terapia y aún seguía repitiendo los ejercicios en mi habitación, por fortuna papá aún no me ha descubierto.

- No, nada malo. Es sólo que me gustaría hablar con usted - caminé hasta la sala y me senté en el gran sillón gris.

- Claro, ¿de qué quieres hablar conmigo? - decía mientras se sentaba frente a mí- Te he de confesar que se me hace muy raro pero dime - me dio una sonrisa dulce.

- Yo... - no sabía por dónde comenzar - sucede que... - bajé mi mirada y me quedé viendo fijamente mis manos - me gusta su hija, y mucho, no sé cómo lo vaya a tomar usted pero le prometo que no tengo malas intenciones con YongSun, al contrario, quiero lo mejor para ella - pude escuchar una pequeña risilla.

- Cariño, ¿eso era lo que me querías decir? - levanté mi mirada y la señora Kim me veía con una sonrisa de oreja a oreja - eso ya lo sé Byulie, también sé que le gustas a mi hija. No son muy discretas - rió levemente.

- ¿Y no le incomoda? - pregunté nerviosa.

- Claro que no, aunque al principio no estaba muy convencida ante la idea pero mi hija mejoró un poco sus notas y la noté cada vez más feliz - sonrió con nostalgia - los padres tenemos dos opciones ante estas situaciones - asentí y continuó - la primera, prohibirle salir con la persona y ganarnos el odio para siempre  y estar siempre mal o discutiendo con nuestros hijos o, aceptarlo y estar bien con ellos mientras son felices por ser aceptados por las personas más importantes en su vida - vaya, nunca había pensado de esa forma, la señora Kim siempre tenía razón - así que, prefiero estar bien con mi hija, verla feliz y que se sienta amada por nosotros también - un momento...

- ¿Nosotros...? - pregunté asustada. Eso quería decir que el señor Kim sabía.

- Sí, el señor Kim también lo sabe, tuvimos una plática y ambos pensamos lo que te acabo de decir - asintió orgullosa - además, sé que eres una chica increíble y que nunca lastimarías a mi hija, al menos no conscientemente - sonreí por sus palabras - te agradezco que hayas considerado esto - decía mientras me señalaba a mí y luego a ella, entendí que se refería a la plática - habla muy bien de ti - y me dio un guiño.

- Gracias señora Kim, la verdad no sé cómo surgió todo esto pero... YongSun también le hace bien a mi vida - sonreí bobamente al imaginarme la sonrisa de Yong - es por eso que me gustaría formalizar lo nuestro, pero antes de eso quería platicarlo con usted ya que como usted dijo, usted y el señor Kim son las personas más importantes para ella - sabía que sino lo aceptaban, Yong no sería completamente feliz.

- Qué amable y caballeroso de tu parte Byulie, créeme, no te preocupes por nosotros. Tienes nuestra total bendición - decía emocionada.

The light of my life. (MoonSun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora