Esa noche la pasaron de maravilla, sintiendo un bonito sentimiento que ya no se molestaron en ocultar. El vino se fue acabando al igual que la comida según otras personas con eso terminaría la cena; pero a ellos les daba simplemente igual.
Kojiro tenía una última carta para Kaoru, la cual se la entregaría está noche. Ya no quería seguir huyendo.
- Hey Kaoru - el nombrado rió por lo bajo - tengo algo que darte. . . -
Con sutileza entrego un pequeño papel rosa pálido. Lo colocó entre las suaves manos de Cherry, luego se alejó lo suficiente pero no demasiado del peli-rosa, para poder admirar su expresión.
Sakurayashiki abrió el papel confundido, con lentitud leyó lo que estaba escrito y sonrió.
- Eres un gorila muy cursi, que lo sepas -