Terminé de limpiar todo lo que pude, sin ver ni rastro de Tom por la casa.
No sabía donde podía estar el, pero tampoco lo iba a buscar.
Subí las escaleras de mi habitación y me puse a leer un libro de poemas que me compró mi madre por mi cumpleaños.
"Los placeres violentos terminan en violencia, y tienen en su triunfo su propia muerte-
-del mismo modo que se consumen el fuego y la pólvora, en un beso voraz.
Romeo y Julieta, me lo leía mi madre cuando era pequeño.
-Oh, hola Tom, que te trae por aquí?
-Quería saber de quién era la voz que hablaba y me encontré con la tuya.
-A-bu-bueno y quieres algo en específico?
-Quiero saber más de t- sabes que nada adiós.
Y se fue, no se qué fue este momento pero se fue.
No comprendo que le pasa a Tom, es como que tiene dos personalidades, pero ninguna de ellas las entiendo, y lo peor, me está obsesionando saber que le pasa...
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Tocaron el timbre de la mansión y como vi que Tom no aparecía decidí abrir yo la puerta, para encontrarme a la señora Felton.
-Buenas tardes Addison.
-Buenas.
-Necesito que me acompañes un momento.
-V-vale, yo si quieres voy a cambiarme y b-
-Solo ven.
Me tomo ágilmente del brazo y me llevo hacia la entrada de la mansión y ya enfrente de ella, me mandó a subirme en su coche.
Todo el camino íbamos calladas, le quería preguntar a donde iba pero al ver su rostro serio decidí mejor que no.
Cuando aparcó, me di cuenta que estábamos en mi piso, asi que no pregunté más y le pregunté.
-Perdone pero.., que hacemos aquí?
-Necesito que entres en tu piso y cojas todas tus cosas, vacíalo tanto como puedas y metelo en maletas, te vas a mudar por siempre, o al menos de momento a mí casa.
-Pero p-por que que pasa?
-Cuando lo hagas de diré.
Abrí la puerta del coche y me dirigí muy confundida sobre lo que dijo, por qué viviría en su casa?
Preguntas rondaban mi cabeza, pero me puse a meter todo en mi maleta, la ropa que quedaba, las joyas, zapatos...
Todo.
Ya tenía tres maletas hechas así que procedí a bajar al coche para meterlas en el maletero y subirme.
-Ahora me podría dec-
-Addison, tu madre a fallecido.
Quieta.
Estaba quieta.
No sabía cómo reaccionar ante lo que acababa de decir, mi madre, la única persona que me quedaba a fallecido, la única persona que me ayudó en toda mi vida ya no está conmigo.
Subí mi vista y sin pensar las consecuencias abrace a la señora Felton , lo que necesitaba ahora mismo era cariño y sobretodo descansar.
No me había dado cuenta cuando empecé a chillar y a llorar descontroladamente, pero no iba a solucionar nada.
-Tu madre dejo esta carta para ti Addi.
Cogí la carta con mis manos temblorosas y la abracé con toda mi alma, para empezar a partir hacia la casa de los Felton.
No quise hablar con nadie, simplemente fui a mi habitación y me derrumbé en la cama, llorando desconsoladamente.
Por qué mamá?
Por que tenías que dejarme tu?
Por que dejarme sola?
No podía ni imaginarme una vida sin ella, fue quien me dio la vida y ahora ella está muerta.
Después de un rato decidí leer la carta.
Querida Addi:
Mi princesa, antes de nada decirte que te amo con toda mi alma.
Seguramente para cuando leas está carta ya yo estaré en un lugar mejor.
Me han diagnosticado cáncer de pulmón hace poco y ya estaba muy acelerado, por lo que no van a poder hacer nada.
No te he avisado porque se que te quedarías conmigo y no puedes perder tu tiempo en mi, yo ya soy mayor en cambio tu tienes que seguir tu vida adelante.
Cariño espero que estés bien con los Felton, hay un muchacho..Tom?
El tiene tu misma edad y puede que os llevéis bien, es guapito eh??
Sal con el muchacho, me parece bueno para ti.
No llores, se que en estos momentos estas llorando y lo último que quiero es que desperdicies tus lágrimas en mi.
Por favor mi niña, recuerda lo que te dije de pequeña, las princesas no lloran y tu eres una.
Cuidate mucho mi vida, sigue tu vida adelante, sigue estudiando enfermería que se que te gusta mucho, cuida de los Felton porque ellos aunque sean serios son muy buenas personas.
Pero lo más importante disfruta de tu vida, sal a la calle, juega, bebe, prueba cosas nuevas, por qué no sabes cuándo puede acabar y no la has disfrutado.
Te amo mi niña, siempre estaré contigo, ahora estaré en un lugar mejor junto con tu padre.
Te ama con su vida,
Mamá.
Vacía, al leer esa carta me sentí vacía, mi madre tenía cáncer y yo no lo sabía, tampoco pude hacer nada por ella.
Cerré la carta y la abracé con todas mis fuerzas.
No podía parar de llorar, simplemente no podía.
Recordar todos esos momentos con mi madre, esas salidas a la playa, esos argumentos que para mí eran pesados, pero ahora hecho de menos, sus bromas, sus caricias...
No me di cuenta cuando me quedé dormida.
Me levanté sin saber qué hora era, mire por la ventana y supongo que era de noche porque estaba oscuro.
Tenía lágrimas secas por toda mi cara y la carta enredada en mis manos.
No quería llorar más, no podía. Dejé la carta en la mesa de noche y me puse una chaqueta encima, para salir al jardín de la casa, quería tomar aire fresco y pensar.
Me senté en el suelo y me recosté en la hierba para así mirar las estrellas.
Seguí mirándolas cuando me di cuenta de una persona que se acostaba al lado mia, me sobresalté y me senté.
-Oh no lo siento, no quería asustarte, solo quería saber qué hacías.
-Hola Tom, no estaba haciendo nada solo pensaba.
-Se lo que ha pasado con tu madre, yo de verdad lo siento.
-M-muchas gracias.
Nos quedamos callados por un instante.
-Tienes frío?
-Si.
-Ven si quieres.
Y vi como abrió sus brazos, al principio dude en corresponderle, pero luego acepté y me abrazó.
Pude sentir la calidez de su cuerpo en mí y eso me encantó.
-Te vi.
-Que?
-Te vi el otro día, te llevaste a mi hermana a su cuarto y la dormiste
-Oh si ella me lo pi-
-Gracias por hacerlo, mi hermana es mi mundo y me encantó cómo le ayudaste.
-No hay de que, al fin y al cabo me encantan los niños.
-Quieres que te lea?
-Vale.
Y saco un libro de detrás suya mientras seguía en su pecho.
"Sólo iba a decir que el cielo no parecia ser mi casa,y me partía el corazón a fuerza de llorar por volver a la Tierra, y los ángeles estaban tan enfadados que me tiraron en medio del brezal, en lo más alto de Cumbres Borrascosas, en donde me desperté llorando de alegría"
Y me dormí, en los brazos de Tom.
