♠ La reina/El soldado ♠

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La legión de reconocimiento, los pocos que sobrevivieron desde el reclutamiento fueron a visitar el orfanato de la reina Historia, semanas después de ayudar con la carga de alimentos en cajas y sacos, tanto para los niños como para los animales.

Al llegar de reunieron en la pequeña casa donde vivía, la joven los recibió con una sonrisa algo forzada y los dejó entrar. Todos tomaron asiento mientras platicában entre ellos para después felicitarla por lo poco que ha logrado.

— Sí, gracias.

Respondía con simpleza. Entró a la cocina para llevarles una charola con un juego de té para ofrecer.

— ¿Te ayudo?

Volteó la cabeza hacia quien ofrecía su ayuda, encontrando a Eren

— Ah, como quieras.

Mostró indiferencia para luego levantar la bandeja, Eren se la quitó, la colocó en el mismo lugar y tomó a la chica por los hombros. Se miraron fijamente.

— Tienes algo.

La soltó y se recargó en la orilla de la mesa esperando que le dijera al menos "sí" o "no"

— ¿Te incomoda que hayamos venido sin avisarte?.

— No, no, no es eso es solo que...

Se quedó en silencio un momento

— ¿Que...

Historia suspiró

— Me siento extraña, me dijiste que lo estaba haciendo bien, yo sé que puedo hacerlo pero me hace falta algo de fuerza de voluntad para sentirme...bien.

Eren la miró entre cerrando sus ojos.

— ¿Tiene que ver con tu hermana?

Sus ojos se contrajeron, quedó en silencio. El moreno sonrió. Tomó la bandeja de nuevo para salir con ella a la sala donde todos estaban. Historia salió con una jarra de agua por si estaba muy caliente el té.

Ambos chicos fueron a la cocina de nuevo, saliendo por la puerta trasera de la misma. Comenzaron a caminar por el campo hacia la vaya de madera.

— ¿Por qué no te sientes capaz?

— Es que, sabes? Me siento sola aquí, tengo a los niños y los pocos que trabajan conmigo pero no lo sé, me siento vacía.

Bajó su cabeza y quedó en silencio, Eren la escuchó sollozar, por lo que tomó su cabeza, acercando su cuerpo al suyo, abrazándola.

Historia correspondió.

— Las extrañas, ¿cierto?

La rubia asintió, calmando un poco sus lágrimas.

— Frieda, Ymir...eran las únicas que...que me daban un sentido para hacer las cosas pero ahora no sé como debo actuar correctamente, lo hago bien pero a veces siento que no, ¿Tú puedes decirme qué hacer?

— Esas decisiones sólo constan de ti, Historia.

— Aunque sea una palabra.

Insistió

Eren se quedó en silencio un rato, su amiga estaba decaída, suspiró.

— Avanza.

Historia rió un poco

— ¿Qué?

— Creo que me estaba esperando algo como eso.

El chico sonrió

Casi hermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora