♠ Ganar/Perder ♠

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La llegada de Eren fue repentina, pero bienvenida, el chico la miraba desde la distancia el cómo jugaba con los niños.

- Reina, su amigo vino.

Dijo uno de los niños, la rubia volteó, sonriendo al verlo. Historia se levantó para ir con él, los niños la siguieron.

- Hola.

- Hola.

- ¿Nada que hacer?

Preguntó recargándose en la vaya.

- Pues sí hay pero me pareció aburrido así que vine para acá.

Encogió los hombros. Historia sonrió.

Los niños se acercaron a la vaya, observando las nubes, la puesta de sol y próxima las estrellas.

- ¿Te puedo preguntar algo?

- ¿Qué cosa?

Volteó a verlo.

- ¿Por qué me tienes tanta confianza?

- ¿Por qué me tienes tanta confianza?

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- Pues...fuiste la primera persona que le importó mi cambio, además, decidiste en entenderme y te acercaste a mi ,creo yo, por voluntad y no para quedar bien o hacerme sentir bien; ¿Tú por qué me tienes confianza?

- Supongo...que igualmente sabes entenderme y no te molestas o incomodas con lo que digo o pienso a pesar de conocerme poco.

Volvió su mirada al cielo, que comenzaba a pintarse de un azul rey que lentamente iba consumiendo el color amarillo rojizo del sol.

- ¿Armin y Mikasa hacen eso?

- Algunas veces, además siempre quieren involucrarse, lo que también los pone en riesgo.

Historia asintió con la cabeza para volver a mirar el cielo.

- ¿Estarás aquí hasta la noche?

- No, pero aquí encuentro tranquilidad; escogiste un buen lugar para tu casa y el orfanato.

- ¿Sí?

Eren asintió con la cabeza, exhalando.

- Te noto diferente, ¿Ha pasado algo?

No dijo nada al instante, solo mantuvo silencio.

- ¿Tus memorias o problemas?

- Sí, algo así.

Contestó sin más, guardando pleno silencio ante dicha información, no podía decir nada a nadie así sean personas de mucha confianza.

- De nuevo se acerca una reunión con los azumabito, ¿Será la última?

- No lo sé.

Suspiró.

- Pero yo espero que sí, es muy cansado hablar y hablar para no llegar a algo que no conlleve riesgo para la isla o...para mi.

Bajó la cabeza, escondiendo su rostro con su cabello para que los niños no se percataran de su preocupación y/o tristeza, debido que tenía miedo excesivo, causándole llanto repentino. Eren acarició su cabeza para luego abrazarla por los hombros, sobando el brazo contrario de la chica como forma de consuelo. Historia aceptó el consuelo, rodeando la espalda del moreno.

- No voy a permitir que te pase algo, tómalo como un compromiso que tengo contigo.

- Pero, no hay necesidad de...
- No importa, no voy a dejar que te hagan algo.

Se escuchaba firme y seguro de lo que decía, la rubia suspiró pues sabía que ese compromiso equivale a el sacrificio de su amigo, sea cual sea el método, sea su voluntad o la de su hermana.

- Gracias.

Contestó y se separó para luego contemplar la noche. Miró a los niños y giró hacia ellos.

- Niños, ya es hora de dormir.

- Ahh, pero acaba de anochecer!!

Replicaron algunos.

- ¿Y eso qué? Las noches siempre se pasan en un parpadear así que vayan ya a dormir, no olviden cepillar sus dientes.

Acarició la cabeza y rostro de algunos niños.

- Les prometo que mañana jugaremos todo lo que quieran.

- Siii.

Dijeron emocionados para luego marcharse corriendo después de abrazar a la Reina.

- ¿No los acompañas?

- No, no siempre.

- ¿Por qué dijiste que las noches se pasan en un parpadeo? ¿No has podido dormir bien?

Historia suspiró.

- No, me la he pasado todas las madrugadas perdida en pensamientos absurdos, imposibles y fantásticos como por ejemplo ver siempre la silueta de Ymir al lado de la ventana.

- ¿Ymir?

- Sí, mi Ymir.

Ambos analizaron sus palabras, pareciera que hablaban de alguien más, alguien que no conocían pero tenían presente que existía.

- Que extraño.

Dijo Eren después de sentir aquella tensión y silencio incómodo pero teniendo en cuenta de quién hablaban inconscientemente.

- Lo sé, tal vez me sugestiona mucho la soledad y la imagino, la extraño mucho, me hago la fuerte pero realmente no lo soy solo sigo...fingiendo.

Concluyó con análisis al percatarse de su actuar, se quedó pensando, ¿En verdad seguiría fingiendo?

- No, eres fuerte aunque lo dudes, tal vez sí la extrañes y te afecte la soledad pero no dudes jamás sobre tu fuerza.

Ambos se miraron muy fijamente por decir y recibir tales palabras de poder, pues no esperaría menos del chico que ahora daría todo por el bien de sus amigos.

Historia desvió su mirada al horizonte donde brillaba la noche, suspiró.

- Tienes razón, lo siento, a veces me engaño a mi misma cuando soy totalmente consciente de lo que soy capaz de hacer y soportar.

- ¿Te gustaría que venga más seguido?

La chica sonrió discretamente.

- Si te es posible sí, te lo agradecería mucho.

- Bien, entonces espero no tener ningún obstáculo para venir.

Se sonrieron entre sí.

- Ahora sí, ya me voy.

- De acuerdo, nos vemos cuando puedas.

- Trata de dormir o no creerás más.

Sonrió para luego recibir un leve golpe en el brazo.

- Que malo, jaja, lo intentaré.

Eren acarició su cabeza para después comenzar a caminar. Historia se quedó observando como se alejaba, se iría a casa hasta ya no verlo en el campo pero al mismo tiempo no quería que se fuera, sabía bien que un día ya jamás lo volvería a ver llegar o irse, lo que volvía prematura su tristeza, su dolor, perder un amigo como Eren...será desastroso, pues no hay nadie como él que pueda entenderla tan bien sin la necesidad de conocerse de toda la vida, nadie con quien pudiera actuar como es, sin forzar una conversación o una sonrisa.

Casi hermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora