♠ Planes ♠

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De nuevo, salía de la pequeña casa e iba a alimentar a los animales, acariciándolos un poco.

Pensaba en muchas cosas, principalmente su aburrida rutina de levantarse y atender a los animales pero hacia lo que podía por el momento. Seguramente la situación empeorará como mencionó Eren e igualmente pediría ayuda de su parte.

Dejó salir a las vacas a pastorear el día de hoy, luego salió de ahí. Caminaba de nuevo a su casa mientras observaba el cesped, estaba creciendo un poco más. En su mente contaba, ya habían pasado un poco más de seis meses en los que Eren no había ido ni a decir "Hola", tal vez ya habían cosas que hacer después de los informes, reuniones y debates. Pensaba constantemente en su última conversación dónde dijo que trataría ir más seguido, ¿Eso significa que había obstáculos? Seguro la situación no era para nada fácil.

Al levantar la mirada se sorprendió al verlo recargado sobre la vaya con una expresión totalmente diferente a como era antes, algo había pasado, lo que igualmente significaba que pronto comenzaría a actuar. Suspiró y se acercó a donde él con miedo de lo que le pudiera decir.

 Suspiró y se acercó a donde él con miedo de lo que le pudiera decir

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- Hola.

- Hola.

Respondió indiferente, se creó un silencio largo, ¿No diría algo? Si no, entonces ella tendría que comenzar con la conversión, una plática que sinceramente no quería tener.

- Pronto irán a Mare, verdad?

- Sí, por eso mismo quiero hablar contigo antes que nada.

Dijo, Historia se preocupó, parecía algo de vida o muerte pero, ¿De quién?

- ¿Qué es?

- Aquí el punto importante y primordial es lo que la milicia insiste en hacerte, siguen con el plan de que obtengas el poder del Titán bestia aprovechando que Zeke está en la isla.

- Lo sé.

- Hay dos opciones válidas para asegurar tu bienestar, pelear contra ellos o huir, nada más.

Historia suspiró, perdiendo su mirada en la tierra.

- Sé que... no llegué hasta aquí para hacerme cargo de las vacas...

Analizaba la situación mientras hablaba, la hora de actuar había llegado y no podía detenerlo, su frialdad y seguridad eran imposibles de traspasar. Sabía que su puesto era importante sin embargo su rutina no, era ahí donde dependía de su fuerza general.

- Pero no creo que haya la necesidad de pelar o huir, mira, si hubiera otra manera para que la isla viva lo haría pero...

- No la hay.

Sentía su voz tan gélida, pareciera que quisiera ahuyentar a cualquiera pero igualmente desahogar aquél sentimiento guardado en pocos días. Se quedaron en silencio, ese silencio total que ahora parecía una amenaza mortal para ambos.

Casi hermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora