Capítulo 5

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ELLIE

Odio a Ricky de verdad nunca mas le voy a hacer caso. Gracias a él estoy experimentando la primera resaca de mi vida y también las lagunas del día anterior. Después del último vaso de bebida no me acuerdo de las cosas claras y lo que me jode es que me acuerdo besar a alguien y ese alguien era el chico misterioso. No recuerdo su cara ni nada solo el momento del beso y que me dio su cazadora que ahora mismo está en mi cama. Me voy a morir si no adivino quien es. Aaaaaa.

Me levanté con mi mala cara y fui a la cocina donde ya estaban Kian y Abigail desayunando.

-buenos días señora borracha- dijo Abigail y la mire con mala cara mientras me dejaba caer al sofá.

-¿es normal que mi cabeza parezca que va a explotar?- asintió riéndose de mi desgracia.

-¿como estuvo anoche? Por la cara que traes hoy creo que ayer la pasaste en grande- me encogí de hombros.

-apenas recuerdo algo después que bebí la última gota de alcohol- Kian frunció el ceño.

-¿no te acuerdas qué pasó después?- preguntó con una gota de decepción en su voz y negué con la cabeza.

-no ¿sabes quien me trajo a casa?-

-viniste sola- me dijo Kian.

-¿como sabes?-

-estaba en el sofá cuando llegaste- se encogió de hombros y se fue con cara de molestia a su habitación.

-creo que el Kian rarito ha vuelto- comentó Abigail y sonreí.

Después del desayuno me vestí lista para irme a la universidad, me sentía muy mal pero aún así no podía dejar de ir.

Ya había pasado una semana y adivinen que. Owen volvió a invitar a Freya a una de sus fiestas, creo que él las hace cada sábado. Pero esta vez no voy a beber eso sí que no, aún me odio a mi misma por no recordar la cara de mi amor de besos deliciosos.

Me crucé de brazos al lado de la entrada.

-vamos Ellie no seas aburrida solo es una fiestecita- mire hacia todos lados y no vi a Ricky, menos mal. Me agarró de la mano y me hizo entrar. Justo como la vez pasada la música me daba dolor de cabeza.

-¿que ganas tu viniendo a estas fiestas si a final nunca estás nada con Owen?- le pregunté.

-si estoy con el, cuando casi acaba la fiesta que está más distraído- puse los ojos en blanco.

-o sea cuando no está rodeado de mujeres- me ignoró porque sabía que era verdad. Agarró un vaso y me lo pasó pero negué con la cabeza.

-tu te pierdes la diversión- empezó a bailar y me fui a la cocina a ver si podía tomar un poco de agua pero la casa era tan grande y estaba tan atestada de gente que casi no llego viva. Por suerte aquí el ambiente estaba más tranquilo entre comillas, esta era la zona donde los que no querían acostarse de una vez venían a ponerse calientes y medio meterse mano. Las chicas estaban sobre la mesa y los chicos en medio de ellas rodeados por sus pies. No se si es que yo soy demasiado santa pero nunca me ha gustado hacer ese tipo de cosas con los que han sido novios míos, siento que los besos algo subidos de tono son privados y no tenemos que comernos delante de todos. Con toda la confianza del mundo abrí la nevera y saqué un pomo y un vaso para servirme agua.

No tenía más nada que hacer, Freya estaba medio borracha bailando con un tipo ahí. También creo que vi a Ricky durmiendo en un sofá y algunos chicos más de mi universidad borrachos también.

-pero miren- dijo un chico lleno de tatuajes y con el cabello rosa -que hace una chica tan linda tan sola- puse los ojos en blanco y traté de seguir mi camino pero otros dos, uno moreno y uno de cabello negro azabache me taparon el paso -¿te vas tan pronto preciosa?- siguió hablando el del cabello rosa.

Te conozco por tus besos ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora