Te conozco por tus besos ✔️

Capítulo 12

KIAN

La cabeza se me quiere explotar, no recuerdo mucho de ayer solo que estábamos en la discoteca nos drogamos y bebimos de más. Casi no puedo abrir los ojos, una vez más pienso en que debo dejar las drogas y las bebidas, que eso solo me perjudica no solo la salud sino también con mi familia pero luego las tengo en frente y me vuelvo loco, a demás las cosas que hay que pasar en una desintoxicación me hacen echarme para atrás, simplemente no quiero pasar por esa tortura de nuevo.

Me muevo y me caigo de culo al piso y eso si me obliga a abrir los ojos por completo, estoy en el sofá del apartamento ¿yo pude llegar aquí ayer en mi estado? Lo dudo muchísimo.

-me alegro, ojalá te hubieras roto la cabeza- doy un respingo cuando escucho la voz de ¿mi hermana?. Me giro y está en la barra comiendo tostadas como si nada.

-¿que haces aquí?- soltó una carcajada amarga.

-claro que no te acuerdas ¿no te da pena la pobre Ellie?- oh Dios mío Ellie. Mi corazón da un vuelco de decepción hacia mí mismo.

-¿ella me... vio asi?- asiente con una sonrisa malvada y me levantó del suelo pateando el mueble -¡MALDICIÓN!!- lo sigo pateando hasta que se gira.

-pareces una bestia- me giro hacia mi hermana y sinceramente hoy no estoy para sus estupideces -pero si te sirve de consuelo Ellie no sabía que ibas drogado o sea solo piensa que bebiste mas de la cuenta- el alma me viene al cuerpo y puedo respirar con tranquilidad. Al menos solo va a pensar que fue cosa de una noche y me evitó sus miradas de rechazo por ser un puto adicto -veo que has sabido esconder muy bien que eres drogadicto- esa palabra hace que un sabor amargo me venga a la boca -¿no te gusta que te digan lo que eres?- cierro los ojos para calmar el enfado -¿entonces por que no lo dejas?- ya veo por donde va la cosa. No me dice esas cosas por despecho sino porque quiere que lo deje.

-vamos Lexi deja de tratar de convencerme, si me voy a morir será con alguna porquería en mi sistema- respira hondo y se que está aguantándose las ganas de llorar -ahora me vas a decir ¿que estás haciendo aquí?- mira su tostada un segundo antes de levantar la mirada de nuevo.

-¿ayer mamá no te comentó nada en la llamada? - negué con la cabeza.

-no va a hablarme ya sabes- asiente con su típica mirada de problemas -ya suelta lo que tienes ahí, sabes que las malas noticias no me matan- respira hondo.

-ya no se van a separar- la sangre en mis venas se torna caliente.

-¿¡QUE !? - le grito.

-llegaron a un acuerdo y según ellos se reconciliaron y no se van a separar- la cabeza me empieza a palpitar y la tengo que agarrar con mis dos manos cerrando los ojos mientras los recuerdos me avasallan.

-toma perra- papa tiene la cabeza de mamá contra la pared apretándosela fuerte.

-¡la vas a lastimar!- me acercó a él pero de una cachetada que me lanza contra la pared.

-¡NOO NOO!!- gritó y tengo a Lexi al lado.

-Kian cálmate-

Papá trajo a tres hombres hoy a casa, mamá está rara sentada con su vestido de dormir, siempre que vienen visitas se pone linda.

-¡ESE HIJO DE PUTA NO PUEDE TENER LO QUE QUIERA!!-

Los hombres desnudaron a mamá y la están lastimando, no se lo que le hacen pero mamá llora con el miembro de uno en la boca.

-por perra, por puta- le grita papá riéndose en un sillón aparte.

-¡APÁRTATE!!- Lexi sigue tratando calmarme mientras los recuerdos vienen a mi.

Saco un paquetito del bolsillo, lo abro y Lexi me detiene agarrándome por el brazo.

-Kian no- esta llorando -hay otra manera- sus lágrimas me recuerdan el rostro de mi madre llorando mientras la violaban los amigos de mi padre. Niego con la cabeza, me zafo y inhalo todo el contenido -¡ASÍ MÁS NUNCA ESTARÁS BIEN!!- niego con la cabeza. Ahora estoy mucho mejor, siento que estoy en las nubes, relajado y sin esas pesadillas viniendo a mi.

-si mi familia no me quiere aceptar como soy ¡SE PUEDEN IR TODOS A LA MIERDA!!- niega con la cabeza.

-¡tu no eres así !! No vamos a permitir que te mates tú mismo- ruedo los ojos.

-ni tú ni nadie me va a convencer así que mira- le señalo la puerta -te puedes pirar- limpia sus mejillas llenas de lágrimas y agarra la cartera con furia.

-púdrete-

-DESPUÉS QUE NO VAYA A VENIR LIAM!!- le gritó y ya cerró la puerta de un golpe.

Una sonrisa aparece en mí cuando mi mente se pone a pensar y fantasear con cierta rubia de buen cuerpo que vive aquí.

ELLIE

Hoy decidí que era un buen día para ir a practicar arquería pero comenzó a llover en medio de mi practica y en fin aquí estoy llegando toda mojada que genial. Le doy una sonrisa de boca cerrada al portero que hoy no es Maxi y no me llevo muy bien con el y subo hacia mi apartamento. Del inicio del pasillo se oyen gritos de ¿Kian y Lexi? ¿Se están peleando? ¿Por que?

-¡SE PUEDEN IR TODOS A LA MIERDA!!- ese es el grito de Kian. Lexi habla un poco más bajo que no se le puede oír desde donde estoy. Decidí quedarme aquí a esperar que terminen, sería un poco incómodo interrumpir su pelea -DESPUÉS QUE NO VAYA A VENIR LIAM- doy un respingo cuando veo a Lexi cerrar la puerta con furia y camino casual como si no supiera nada.

Ella va tan en lo suyo limpiándose las lágrimas que no se da cuenta y choca conmigo.

-oh lo siento- me mira a la cara y me reconoce -lo siento Ellie- le doy una sonrisa triste.

-¿ya te vas?- asiente -¿tan pronto? ¿Está todo en orden?- suspira.

-si, solo que Kian y yo no podemos estar mucho tiempo juntos porque nos peleamos- asiento y me despido de ella con un beso en la mejilla.

-vuelve pronto- sigue caminado y yo entro al apartamento.

Kian está acostado en el sofá con una sonrisa que se ensancha con mi llegada. Me recorre el cuerpo completo con la mirada y ahora me doy cuenta que traigo ropa de deporte y estoy toda mojada. Cuando su mirada se detiene en ciertas partes siento un cosquilleo dentro que no debería sentir. Vuelve a mirarme a la cara y siento que mis mejillas arden.

-hola Ellie- me saluda con esa voz socarrona y sonriendo de medio lado.

-ho...la Kian- vuelve a repararme de arriba abajo.

-¿te mojaste?- esa pregunta mi cerebro perverso lo asoció con otra cosa y como tonta pregunté.

-¿e..eh?- su sonrisa creció.

-¿que si te mojaste con la lluvia?- asentí más veces de las que debería.

-si yo...creo que...debo ir a cambiarme- asiente y le doy la espalda para irme.

-¿quieres que te acompañe?- me giro tan rápido que casi me caigo.

-¿como?- suelta una risita y niega con la cabeza.

-nada-