Capítulo IV

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- ¿qué haces aquí? - preguntó frunciendo el ceño

- creí que te alegrarías de verme - dijo ella fingiendo sorpresa ante la mirada del azabache

- ¿debería? - preguntó cruzándose de brazos y alzando una ceja

La pelinegra soltó una carcajada con diversión y luego sonrió de medio lado.

- vamos, no me digas que aún sigues molesto por aquello

- pues si, si lo estoy - dijo con molestia - ahora te pido que te vayas y me dejes en paz - dijo con la intención de cerrar la puerta pero la chica posicionó la punta de su pie para impedirlo - ¿Regina?

Ella pronunció más su sonrisa y se tomó la atribución de posicionar sus manos sobre los pectorales desnudos del azabache, aquel toque inesperado lo hizo sobresaltar y que un ligero rubor adornara sus pálidas mejillas.

Se apartó de ella con incomodidad y carraspeó para recuperar la compostura.

Por su parte la pelinegra sonreía al notar el efecto que causaba en el Hook.

- no lo volveré a repetir, Regina - dijo el azabache con firmeza

La pelinegra pronunció más su sonrisa y le dió un ligero toque con su dedo índice en la punta de la nariz al pirata.

- volveré - dijo guiñándole un ojo para luego voltearse e irse

Por su parte el Hook cerró la puerta en seguida y apoyó su desnuda espalda en ella, mientras de sus labiosa salía un suspiro.

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- contéstame...- susurraba la rubia mientras miraba la pantalla de su móvil

Soltó un suspiró al ver que la llamada era desviada.

- ¿será que estás molesto por lo de la otra noche? - se preguntó mientras mantenía su mirada en la pantalla de su móvil

Hizo un último intento, teniendo el mismo resultado.

Una mueca se dibujó en sus labios. Miró la hora, sabía que si salía sin avisar a su madre se metería en problemas. Pero quería arreglarse con el Hook, después de todo, casi ni se veían y lo extrañaba.

Tomó sus cosas y se dirigió camino a la Isla de los Perdidos. Antes de llegar al puente, el ruido de una motocicleta llamó su atención, alzó la vista encontrándose con un chico castaño de ojos grises, quien hizo resonar el motor y sonrió de medio al tener la atención de la rubia sobre él.

- ¿necesitas un abentón? - preguntó él sin borrar la sonrisa de sus labios

La rubia negó y se dispuso a cruzar el puente. El castaño rió y puso su motocicleta en marcha mientras seguía a la rubia, esperando impaciente a que la chica volviera a encararlo.

_____ intentaba ignorar la motocicleta que iba trás ella, pero era imposible, podía sentir los orbes grises de aquel castaño atravesando su espalda, sin mencionar que cada cierto tiempo hacía resonar su motor.

Believe Me (Harry Hook y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora