Libre

259 33 2
                                    

Disclaimer:
Dr. Stone (ドクターストーン Dokutā Sutōn), estilizado como Dr. STONE, es un manga escrito por Riichiro Inagaki e ilustrado por Boichi.

Shipping:
Stanley Snyder x Xeno Houston Wingfield.

Advertencias:
*leve OoC.

Summary:
Menos mal no se quemó la casa.

Nota del autor:
Tarde, lo sé ;-; pero es por que ayer tenía clases y, como han de saber, es un asco.

Se terminó :'v
Fue muy bonito participar en la semana para esta pareja, fue una experiencia interesante y lamento no poder captar bien la escencia de cada personaje, sin embargo, aquí estos, para aprender.

Agradezco que me acompañaran en esta semana, de verdad, ¡muchas gracias!

Esto posiblemente sea editado, si ven que  público los días de nuevo es por eso, no se asusten xD. También voy a terminar de escribir el del día cinco, esta incompleto por culpa de falta de tiempo, chale.
Edit: el día cinco ya esta completo uwu.

¡Espero que lo disfruten!

¡Espero que lo disfruten!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Volví.

—¡Bienvenido!

Stan vuelve del trabajo y encuentra la casa bastante silenciosa, no hay risas altas, ni gritos, ni peleas por el control del televisor, solo la voz de Xeno y una canción que conoce bastante bien, una de un perro morado.

—¿Y los niños? —pregunta acercándose a su pareja, la cuál se encontraba sentada en el sofá comiendo ramen instantáneo, al voltear a ver el televisor confirma sus sospechas, estaba viendo Coraje: el perro cobarde.

—Están con Maya y Charlotte, se ofrecieron a cuidarlos, ¿recuerdas? —Xeno alza una ceja y Stan suelta otro un suspiro.

Tenía razón, ambos querían una noche para si solos y relajarse, Charlotte se había ofrecido a cuidarlos porque ella y Maya necesitaban un dinerito extra otra vez, los niños estarían bien, ya las conocían y eran de confianza.
Todos ganan.

No podía creer que lo había olvidado.
De verdad necesitaba esa noche.

Se deja caer en el sofá soltando otro suspiro cansado, el adoraba a sus hijos, eran su tesoro más preciado pero cuando ambos estaban juntos eran como un terremoto y un huracán juntos, aún recuerda como tuvo que esconder el bate porque Luna casi le daba el batazo a Gen jugando de no ser porque Xeno lo recibió por él.

Niños del diablo, no sabe por que son así juntos si cuando están separados son hasta calladitos.

¿Sería porque tenían cuatro y cinco años?

—¿No vas a comer? —Xeno le entrega su envase de ramen y Stanley empieza a comerlo, no tenía mucha hambre, solo sueño— no quería cocinar hoy, y como los niños no estaban, aproveché.

El hubiera hecho lo mismo.

—Se que querías que hicieramos cosas juntos hoy, pero realmente estoy cansado. —dice con pesadez a duras penas agarrando el tenedor con el que comía, no quería levantarse a buscar otro si ese se le caía— cuatro años de dormir mal no se reponen hoy.

—Lo sé. —Xeno se ríe y su esposo lo voltea a ver, las bolsas bajo sus ojos no lo hacen menos hermoso— solo quería que nos quedaramos aquí, viendo televisión.

—Eso si lo puedo hacer.

Luego de terminar de comer, Stan se recuesta sobre de tal manera en que su rostro quede sobre el pecho de Xeno y ambos se queda recostados en el sofá, ignorando el hecho de que eso no ayuda en nada a ingerir los alimentos.

Habían dejado muchos buenos hábitos de lado desde que tenían hijos, a duras penas y habían logrado obtener cinco horas de sueño diarias, ya casi no les importaba nada su propia salud.

Se quedaron allí, acostados, dándose cariño mientras veían esos programas infantiles que tantas risas les habían sacado y aún lo hacían, platicado de aquellos tiempos que parecían tan lejanos, pero que no se arrepentían de abandonar.

Ambos se durmieron, resguardados por el calor corporal del otro, tan agusto estaban que no escucharon la explosión fuera de su casa y seguido de un apagón.

Grande sería su sorpresa al darse cuenta de que irían a trabajar con la ropa arrugada y que estarían sin luz aproximadamente una semana.

No se arrepienten de esa noche, solo que estaban un poco asustados de su suerte, estaban seguros de que si tuvieran la suerte del asco que tenía el hijo de Byakuya posiblemente se les hubiera quemado la casa.

¡Nos vemos en la próxima week!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Nos vemos en la próxima week!

StanXeno Week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora