Capítulo 7: Helado derretido

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—Hey te conozco, eres la chica que me andaba siguiendo.

—Sí, esa soy yo.

—¿Qué haces aquí? Te dije que no tenía tiempo para hablar.

—No no, yo debería preguntarte qué haces TÚ aquí. Este lugar está cerrado, no tenías porqué haber entrado en primer lugar.

—Es que... tenía hambre y pues, me gustan los helados. Pero mira, ya los pagué. —Capucha Roja apuntó a la caja registradora, habían unos billetes suyos al lado de ella.

—Hmmm, está bien, te creo.

—¿Y cómo supiste que estaba aquí?

—Dijiste que tenías hambre y pues, vi tu moto por aquí cerca. Asumí que entraste a Dulce Justicia.

—Rayos, sabía que no debía estacionarla tan cerca.

—Pues sí, fue una idea tonta.

—Oye, ¿y por qué querías hablar conmigo hace rato?

—Es que, como estás relacionado con Batman, pues pensé que quizás nos llevaríamos bien. Yo también soy una heroína.

—Pero yo no me considero un héroe.

—¿Ah? ¿Entonces eres un villano o algo así? —Batichica se puso seria.

—Tampoco, creo que soy un justiciero y ya.

Batichica se quedó un poco confundida.

—Ah okay... no te entendí, pero mientras no seas malo, para mí está bien.

—Bueno niña, fue un gusto hablar contigo, pero ahora me tengo que ir.

—Oye espera, casi se me olvida decirte algo.

—¿Qué? ¿Ahora qué?

—¿Conoces a Supergirl?

—No, creo que no.

—¿Estás seguro? —Batichica levantó una ceja.

—Recuerdo que hoy vi a una chica que estaba vestida como Superman, pero en ningún momento hablé con ella.

—Ah, es que ella dijo que hoy había detenido a unos ladrones en el banco pero Capucha Roja llegó y se robó el crédito.

Capucha Roja empezó a colocarse un poco nervioso.

—Que raro, cuando llegué ella estaba tirada en el piso y me suplicó para que la salvara de los ladrones.

—¿Qué? ¿De verdad eso pasó?

Al parecer Batichica se estaba creyendo la mentira.

—Sí, eso pasó. Dijo que los ladrones eran muy fuertes y que la habían lastimado. Así que me enojé, y fui donde esos idiotas para darles una paliza.

—Wow!! Eso fue muy tierno de parte tuya. —Batichica estaba sonriendo, y sus ojos estaban brillando.

A Capucha Roja le gustaban los halagos, así que siguió mintiendo un poco.

—Y luego de hacer eso, les dije que se disculparan con Supergirl y los dejaría libres. Los tontos me hicieron caso pero obviamente no los dejé ir.

—Jajaja, la verdad se lo merecían.

—Y aún no te cuento la mejor parte.

—¿Cuál?

—Cuando terminé de hacer eso, Supergirl estaba muy feliz y dijo que me quería dar un "regalo" por haber sido tan valiente.

Batichica tenía la boca abierta, estaba muy atenta escuchando.

—¿Y qué regalo era?

—Pues, yo pensaba que quizás me daría dinero o comida, pero fue algo mejor de lo que pensé. —Capucha Roja empezó a engrosar su voz.

—¿Qué cosa era? —Batichica estaba un poco nerviosa.

—Se acercó a mi, y me dijo "Capucha Roja... Bésame".

—Wow... ¿y qué hiciste?

—Le dije que para hacerlo tendría que quitarme el casco. Pero si hacía eso, tal vez alguien me podría ver.

—¿Entonces solo te fuiste y ya?

Jason empezó a reír.

—Claro que no, me aseguré de que no hubiera nadie mirando y me quité el casco de inmediato.

—¿Y luego?

—Y luego... Supergirl se acercó a mi, y me besó. Lo disfruté demasiado.

Batichica cada vez estaba más nerviosa.

—Y Supergirl... Supergirl lo disfrutó?

—Sí... ¿te gustaría comprobarlo?

Batichica estaba sonrojada, nunca antes se había sentido así. En ese momento el celular de Capucha Roja sonó, era Robin.

—Oye tonto, ¿dónde estás? No le avisaste a Batman que ibas a salir, está preocupado.

—Fui a comprarme algo para comer, además tengo 16, sé cuidarme solo.

—Está bien, pero vuelve rápido o sino le diré que te eche.

—Jajaja, bueno, bueno. ya voy.

Batichica aún seguía un poco rara por lo que pasó, no podía procesar sus emociones. Capucha Roja notó esto y le dijo:

—¿Oye estás bien? Lamento si dije algo que te ofendió.

—No, no es eso... es que me siento rara.

—Bueno pero vas a tener que salir de aquí, si los policías llegan van a creer que estabas robando.

—Sí, creo que tienes razón.

Ambos salieron de Dulce Justicia, Capucha Roja se subió a su moto, Batichica lo estaba mirando.

—Adiós, hablaremos otro día. —dijo Capucha Roja, y acto seguido chocó contra un póster de luz. Pero se levantó y ahora sí se fue de verdad.

—Adiós... —respondió Batichica.

Batichica estaba caminando hacia su moto, era de noche y ya le estaba dando sueño. Subió a ella, y cuando estaba a punto de irse, apareció Supergirl. Batichica se asustó un poco.

—¿Kara? ¿Qué haces aquí?

Red Hood en DC Superhero GirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora