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𝚆𝗜𝐍𝙶𝕾: 𝗎𝗌𝖾 𝗎𝗋 𝘄𝗶𝗻𝗴𝘀 𝗍𝗈 𝖿𝗅𝗒
Todo comenzó en la concurrida Mondstadt, la ciudad del viento y la poesía, el sol estaba en su punto más alto y sus rayos se extendían por toda la ciudad. Era un día feriado, habían diferentes personas de todas partes de Teyvat disfrutando de las diversas y entretenidas actividades que se disponían en el evento. Pero una de ellas sobresalía de las demás, lo cual podría notarse a kilómetros, pues alrededor de una inmensa tarima había una gran muchedumbre ansiosa, las grandes sonrisas sobresalían en sus rostros. La pequeña T/n corría rápidamente hacia ese tumulto de gente, quería llegar al frente para poder apreciar el espectáculo. Atravesaba veloz y ágilmente entre la gente, de vez en cuando dando unos pequeños empujones y arrastrándose por el suelo para lograr su cometido.
-¡Aproximense señores y señoras, niños y niñas de toda Teyvat, el acto que tienen preparado los caballeros de Favonius esta a punto de iniciar!-
Esto proclamaba un hombre muy alto, con cabellos perfectamente peinados, quien lucía una brillante y muy bien pulida armadura, era evidente que pertenecía a los caballeros. ¡Por fin había llegado! La pequeña T/n estaba en el frente, menos mal, porque su estatura le jugaba una mala pasada, era muy enana para su edad y si no hubiese sido por su agilidad al esquivar tantos pies, estaría en la última fila. Estruendosos aplausos se empezaron a escuchar, el acto estaba por comenzar. En el rostro de T/n se formó una gran sonrisa de oreja a oreja, estaba muy emocionada. Una mujer de mediana estatura salió del telón que estaba situado detrás de la tarima. Tenía un gran porte, una armadura espléndida y una gran espada. La espada era maravillosa, estaba tan limpia y reluciente que era como para exhibirla en alguna sala de la sede de los caballeros de Favonius. Poseía una visión, algún día T/n conseguiría una visión, o al menos eso deseaba, aún era muy pequeña, así que tenía las esperanzas por las nubes. La tarima estaba llena de diferentes obstáculos y diferentes estructuras que se asimilaban a las que construyen los Hilichurls. La imponente dama dio una pequeña reverencia como saludo a su público, blandió su espada y como si fuera un tornado destrozó los obstáculos con tanta gracia y agilidad que dejaba a todos la que la observaban con la boca abierta. El espectáculo terminó, pero un sueño empezaba a surgir dentro de T/n, un sueño por el cual luchar y vivir su vida.
𝘿𝙤𝙘𝙚 𝙖𝙣̃𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙨𝙥𝙪𝙚𝙨
-¡Klee! ¡Espera Klee! ¡Yo nunca dije si!-
T/n corría a gran velocidad detrás de la pequeña Klee, tal vez debió haber sido más específica, aunque rara vez se negaba a las peticiones de la pequeña niña explosiva.
-Pero T/n tampoco dijiste que no, son solo unos cuantos peces, piénsalo, tendremos un delicioso pez asado para almorzar, a lo mejor más de uno. ¿Es por la Maestra Jean? Oh no, tranquila, no se enterará.-
Klee soltó una pequeña risita, era muy dulce, al contrario de su intención, ambas sabían muy bien que a Jean le parecía problemático la idea de la pesca explosiva de peces, aunque sin duda, era divertido. El caso era que T/n estaba a cargo de supervisar a Klee para que no realizara alguna explosión y sembrara el caos. El problema radicaba en la flexibilidad de T/n ante la carita adorable de Klee.
-¡Klee! En serio, Jean me va a matar, aunque la idea de pez asado no esta mal, pero Klee no queremos meternos en problemas, ¿sabes? No es conveniente, además que diría Albe...-
¡Pum! Parece que Klee no estaba escuchando, puesto que ya había empezado su cacería, T/n supuso que ya era tarde para evitarlo, así que por que no divertirse un poco. Sacó su ligera pero fuerte espada y apuntó al agua, cerca de donde Klee había arrojado su bomba. ¡Fush! Una corriente eléctrica se habría desprendido de la punta de su espada y había ido a parar hacia los pobres peces.
-¡Ya ves! Sabía que en el fondo querías divertirte, a Klee le gusta estar con T/n ¡Es divertido! A Dodoco también le agradas.-
Klee sonrió de oreja a oreja, parece que ese era uno de los puntos débiles de T/n. Klee daba pequeños saltitos por el lugar mientras lanzaba unas cuantas bombas más y T/n las hacía estallar con su corriente eléctrica. Su diversión no parecía tener fin hasta que..
-¿SucapitanaT/n? Por fin te encuentro, tengo un mensaje para ti de parte la Maestra intendente Jean. ¿Que se supone que están haciendo? Espera.. ¿es Klee?-
Era Huffman, miembro de los caballeros de Favonius, su llegada había sido bastante inoportuna. Justo después de que el caballero formulara la pregunta una de las bombas de Klee genero una mediana explosión. El ambiente se tornó bastante tenso, no era la primera vez que T/n acolitaba los desastres de Klee. En la expresión de Huffman se reflejó una total confusión, parecía que estaba en las nubes al ver tal escena.
-¡Huffman! ¡Caballero Huffman! Es mi culpa, T/n no tiene que ver en esto, no le impongan una sanción, ella me esta cuidando adecuadamente. ¿Puedes no decirle a Jean? Solo por esta vez ¿si? Porfis porfis.-
Klee se había acercado al caballero, lo que estaba haciendo era muy dulce de su parte, era tan dulce que era increíble que al otro lado del lago estuviesen flotando lo que alguna vez fueron libres y felices peces. La capacidad de convencimiento de la pequeña era bastante eficaz, y el caballero no fue la excepción.
-Supongo.. Supongo que por esta vez me quedaré callado, pero es la primera y última vez Klee, no vuelvas a hacer desastres ni pretendas ocultarlos de la Maestra Intendente Jean. A lo que vine, Subcapitana T/n, la Maestra Jean quiere verte, te espera en la sede, apresúrate, es importante. Yo escoltaré a Klee a la ciudad.-
-Gracias por sus servicios Huffman, y bueno, también por salvarme el pellejo. Me pondré en marcha ahora mismo. Klee pórtate bien.-
La chica camina a paso ligero pero veloz, tal vez debía reordenar sus prioridades a la hora de estar con Klee, después de todo, ella era la Subcapitana de los caballeros de Favonius, no podía decepcionar a la Maestra Jean o Kaeya, por eso tenía que poner el nombre de los caballeros de Favonius bien alto y no estar dañando su reputación por culpa de un genocidio de peces.
Después de avanzar por toda la ciudad de Mondstadt, la joven llegó por fin a la sede. ¿Que es lo que necesitaba Jean de ella? ¿Será que se había enterado por otros medios de la pesca catastrófica que estaba llevando a cabo con Klee? Dio un pequeño suspiro y entró con paso seguro y tranquilo a la oficina de la Maestra Jean.
-Subcapitana T/n, por fin llegas. Tengo que hablar de algo muy importante contigo y es preciso que sea en este momento. Ya esta todo planeado. Tengo.. una nueva misión para ti.-
