Hermione se giró lentamente abrazándose a sí misma un poco más fuerte mientras un pequeño parpadeo de dolor la alcanzaba. Todavía podía sentir su cuerpo, pero era extraño, como si todo estuviera embotado. Observó todo lo que la rodeaba. Era la primera vez que estaba en la mente de otra persona. Se sentía extraño. Podía sentir su presencia a su alrededor. Aunque podía verlo a su lado, era más que sentir a alguien a su lado. Era como si él estuviera completamente envuelto en todo su ser. Se sentía... bien.
El lugar en el que se encontraban creció lentamente en profundidad. Una suave luz azul descendía desde arriba iluminando una puerta tras otra. Se giró a medida que cada una aparecía en los círculos de capas que los rodeaban. ¿Eran estos sus muros? ¿Los que utilizaba para mantener a los demás fuera? Sintió una picazón por intentar abrir una, pero se detuvo rápidamente. Estaba segura de que su ansia de información habría sido muy poco apreciada dadas las circunstancias. Al girar en redondo, sus ojos volvieron a posarse en él y le sintió hablar.
"¿El dolor?"
"Mejor... está desapareciendo..." Se frotó un poco los costados.
"Tendrás que seguir siendo fuerte". El rostro frente a ella no se movió pero una fila de puertas detrás de ella giró silenciosamente en su círculo.
"Lo sé..." Se sintió ligeramente ofendida por la afirmación e incluso le dirigió una leve mirada. Su concentración vaciló y sintió que volvía a meterse en su propia mente.
Podría haberla detenido, pero había que aprender una lección. Suspiró lentamente y abrió los ojos retirando las manos de sus sienes.
Lo primero que notó fue que los dedos en sus sienes se retiraban lentamente; lo siguiente fue que su cuerpo se sentía más fuerte que antes; como si estuviera lleno de una energía que no era la suya, y luego un dolor de cabeza muy leve. Se frotó un poco la cabeza impulsándose más en el salón.
"Eso fue raro..." Ella lo sintió en lugar de verlo sonreír un poco.
"Hay una razón por la que habilidades como las mías son raras y muy codiciadas". Su voz era plana, con un toque de resentimiento, mientras se levantaba. Cogió su plato y se dirigió a la cocina dejándola con sus pensamientos.
Hermione no pudo evitar hacer un mohín y frotarse la frente. La última poción que le había dado la hizo sentir extremadamente relajada; sin embargo, después de su breve viaje, se sintió tensa de nuevo. ¿Era posiblemente su tensión lo que sentía? Si era así, necesitaba relajarse seriamente. Tenía muchas ganas de decírselo, pero tenía la sensación de que eso tensaría más al ya de por sí herido.
Suspiró suavemente mientras trataba de recordar la atracción que había entre ellos. Escuchar sus pensamientos había resultado una tarea bastante fácil en comparación con estar en su mente y ver realmente dentro de ella. Su mente era agotadora. Intentó imaginar el pequeño hilo que los unía desde que él la había salvado de sí misma.
Lo escuchó lavar los platos del desayuno en la cocina y suspiró mirando más hacia la ventana; se mordió la uña del pulgar mientras dejaba que su mente se alejara.
Severus terminó en un santiamén, tirando de las mangas hacia atrás y abotonándolas después de haberse secado las manos. Se volvió hacia su vitrina de porcelana y sacó el pequeño pensadero del estante. Respiró profundamente y sacó los tres recuerdos que le había dado el hospital. Era un pequeño paso, pero necesitaba estar seguro de que la chica era lo suficientemente fuerte como para afrontar lo que estaba por venir. Giró los viales lentamente en la palma de la mano antes de meterlos todos menos uno en el bolsillo. Tomó aire mientras se dirigía a la zona de descanso.
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𝐸𝑙 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑜𝑙𝑜𝑟 [𝑆𝑒𝑣𝑚𝑖𝑜𝑛𝑒]
FanfictionCinco años, habían pasado cinco años desde la batalla por Hogwarts. Cinco años para que los alumnos que sufrieron aquel día siguieran adelante con sus vidas. Para amar, para reír, para casarse. Cinco años desde aquel fatídico día que dejó a la bruja...