Capitulo 1

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ʀᴇʙᴇʟᴅɪ́ᴀ


Agosto 10, 2018.

La campanilla de la entrada timbró, obligándome a apartar la vista del libro de contaduría que yacía entre mis manos para darle la bienvenida al nuevo cliente desde el mostrador. Una rápida reverencia fue más que suficiente para ganarme una sonrisa por parte del hombre rubio de traje que correspondió de igual manera.  

—Has vuelto otra vez —me senté sobre el banco sin apartar la vista de la persona. 

—¿Qué puedo decir? —escuché como rebuscó entre el frigorífico una bebida—. Me gusta la atención personalizada que me das.

Esbocé una ligera sonrisa dejando de lado el libro de texto enfocándome únicamente en el hombre —Eso ni dios te lo cree, Erwin.

El nombrado soltó una ligera risa —Bien, me pillaste. 

Erwin Smith, un hombre rubio ojiazul de complexión delgada con una estatura bestial de 1.88; empresario y jefe del área de análisis económicos financieros de una de las empresas más grandes del país, básicamente uno de los pilares del negocio. Se convirtió en mi amigo desde hace un año al coincidir la mayoría de las veces en la tienda, llegando a entablar conversaciones largas que nos hacían conocernos mutuamente y que nos hizo crear una amistad única.  

Dejó sobre el mostrador una lata de soda, un jugo embotellado y un emparedado —Ya sabes a lo que he venido. ¿Por cuánto tiempo más debo rogarte para que te unas a mi equipo de trabajo?

Negué con una sonrisa pasando los productos por el escáner de código de barras —Serán cuatro con cincuenta.

Rebuscó entre su cartera tendiéndome cinco billetes —No trates de evitarme, sabes que es una buena oportunidad para ti y también para tu hermano, no deberías desecharla tan rápido. 

Le entregué su cambio —Sabes que me encantaría, es algo de otro mundo por muy exagerado que suene, digo, que te ofrezcan un trabajo para una empresa reconocida mundialmente como lo es la compañía Ryu no es de todos los días.

—Tienes todo —me ofreció el jugo algo que le agradecí—. Los conocimientos que estás adquiriendo día con día, liderazgo, ideas innovadoras y sobre todo las ganas de trabajar, ¿qué es lo que te impide aceptar mi propuesta?

—Lo sabes bien —sonrió derrotado—. No puedo dejar solo a Eric, no mientras este dentro de esa casa como bien te lo conté. Ahora que se fue con mis abuelos durante todas las vacaciones de verano tuve que aprovechar para conseguir otros dos trabajos con la esperanza de que aumente, aunque sea un poco nuestros ingresos, sin embargo, su regreso esta próximo así que tendré que renunciar o pedir permiso para mantenerlo conmigo en los turnos que tengo de cada empleo por muy pesado que sea para él, sabes que prefiero su seguridad —le di una mirada—. Dudo que en una oficina me permitan llevarlo aun sabiendo mi situación, necesitaría a una niñera, pero dinero ya no tengo.

—Te dije que me ofrecía a apoyarte, pero te has negado.

—No quiero que pienses que estoy abusando de tus ingresos y de tu amistad. 

—Deja de pensar en eso, por supuesto que no —su mirada se suavizó dándome confort—. Mira, te dije que había una solución de la que yo puedo hacerme cargo, ¿bien? Te consigo una niñera, un nuevo lugar para instalarte y todo corre por mi cuenta —negué con la cabeza, era demasiado—. Pero si tan culpable te sientes hagamos un pequeño contrato en donde te comprometas a pagarme poco a poco los gastos invertidos en ustedes con un pequeño porcentaje de tu sueldo, algo así como una renta, claro, siempre y cuando trabajes en Ryu.

Entre La Lluvia | 𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora