Capítulo 3
Circe no podía creer lo que había delante de ella. Un lugar donde la flora abundaba y estaba segura de que la fauna igual, solo rogaba que esa fauna no la atacara mientras estuviese desnuda.
-Derian- sus ojos brillaban igual o más que la luna, la cual iluminaba su piel, dándole un resplandor casi virginal- Es...hermoso – Circe miraba para todos los lados, deleitándose con la naturaleza. – Ustedes sí que saben conservar y respetar estos espacios – Derian no parecía prestarle atención, más que todo porque la transparencia de la camisa de Circe lo distraía.
Aunque lo distrajo aún más cuando comenzó a desvestirse.
- ¿No podrías... no sé, pedirme que me voltee? – a pesar de que le encantaba lo que estaba viendo, era extraño para el que una mujer que no se dedicase a complacer a los hombres por dinero, se desnudara con tanta soltura y sin vergüenza alguna
- ¿Quieres que te lo diga? ¿tanto de escandaliza ver el cuerpo de una mujer completamente expuesto? ¿o es acaso tu incapacidad de controlar los pensamientos impuros que te provoca ver mi desnudez? – Derian soltó un gruñido profundo -Vamos Derian, solo son un par de tetas y una vagina, no es nada del otro mundo- Circe terminó de desvestirse, para luego entrar al agua – y tampoco es como si nunca hubieras visto los atributos de una mujer al desnudo- al terminar de entrar por completo, se hundió ligeramente para mojar su cabello también – ven Derian, entra, el agua está helada, justo lo que necesitas- Circe sonrió socarronamente y Derian solo frunció el ceño, pero aceptó la invitación - ¿retomamos la conversación? – Derian hubiera preferido retomar el beso, pero no iba a ceder tan fácilmente a aquellos impulsos primitivos.
Mientras Derian se desnudaba, Circe admiraba ese trabajado cuerpo, en su época, cualquiera hubiese pagado una fortuna por poseer semejante físico. Sus pectorales totalmente formados y cubiertos por una capa de vello, la cual se extendía hasta su ombligo. Luego, sus ojos repasaron sus abdominales, los cuales desearía acariciarlos y deleitarse con los relieves que estos provocaban en su tez bronceada. Sin embargo, lo que casi le arrebató un suspiro, la zona V, tan perfectamente formada y tallada. Pero eso era solo una parte de lo que le atraía de Derian. Sus muslos, bueno, sus piernas en general eran perfectas. Definitivamente ese hombre debía ser producto de su imaginación, tanta testosterona en un solo hombre era definitivamente un crimen. Sin mencionar, claro está, sus brazos y su rostro, era definitivamente la perfección y su tipo ideal. Pero no debía descartar la idea de que esto fuera un sueño lucido, era una posibilidad plausible, pero todo se sentía demasiado real, incluso para un sueño lucido. Su cabeza empezó nuevamente a dar vueltas a las palabras de la anciana. ¿Y si de verdad se había perdido en el espacio tiempo?
-Muy bien, yo tengo una pregunta- Circe fue sacada de sus reflexiones internas, para ver a un Derian muy desnudo y mojado a su lado- en mi casa dijiste que nosotros los piratas nos dejamos llevar por nuestros impulsos- Circe fijó sus ojos en los feroces orbes ónix de Derian - ¿hace cuánto que no te dejas llevar por tus impulsos, Señorita Roig? - Circe tragó saliva y mantuvo su mirada firme
-La verdad, no soy una mujer tan impulsiva – Derian enarcó una ceja- Es en serio- Circe se pasó los dedos mojados por su cabello- Ser impulsiva, implicaría que no tendría control sobre el resultado y eso es una posibilidad que no me puedo permitir – Los ojos de Derian escudriñaban en busca de una respuesta, en busca de algún tinte de mentira, pero no, Circe decía la verdad
-O sea que el beso con Dune y nuestro beso... fue planificado – Circe soltó una carcajada, la cual viajó hasta su virilidad. Maldita sea, lo bueno es que no estaba tan a la vista.
-Primero, solo lamí sus labios y segundo "nuestro beso" fue para salvarte de aquella mujer- Circe tomó un poco de agua entre sus delicadas manos y se la llevó al rostro – Nada fue planificado, craso error. No sabía que fueras un romántico virginal que se dejase tentar tan fácilmente por los labios de una díscola como yo- Circe se había puesto al frente de Derian, sosteniéndose por los hombros del hombre de cabello negro -Lástima, porque me gustan los hombres que logran dominarme y opongan resistencia ante mis...impertinentes coqueteos- Derian la tomó por las muñecas con delicadeza, pero con la suficiente fuerza como para inmovilizar sus manos.
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Solo un mes entre mis brazos
Romance<<- ¿No crees que esto puede ser una segunda oportunidad para ser feliz y sentirte satisfecha con tu nueva vida? - en ese momento, Circe alzó la vista y miró a Derian, meditó sus palabras, pero no respondió ¿Qué diría? No sabía ni siquiera lee...