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Día cinco: Visitando tu territorio


















Miraba con alegría la ventana del avión, y con desesperación la hora del celular

El entusiasmo que sentía era grande, ¡viajar a territorios alemanes!.

Ya lo había hecho, claro, pero eran tan solo para entablar alguna reunión con el embajador y de vacaciones, solo una vez. Pero este viaje era con Alemania, el estaría en su país y me había dado la invitación para poder ir juntos, pasar un rato con el mientras le ayudaba con la mudanza a un departamento en el centro de Berlín; aquello era lo que me entusiasmaba, el pasar tiempo juntos.

Las montañas y llanuras se empezaron a divisar, suspiré felíz.

Alemania estaba dormido, cansado de aquel viaje largo. Se veía guapo.

Yo también tenía algo de sueño, los viajes agotaban mi energía, y ya era un milagro que no me hubiera quedado dormido en las dos horas de viaje. Así que, solo me acomode en mi asiento, y deje que el cansancio de apoderará de mi cuerpo para echar una ruca.

(...)

— Ecuador, hey, despierta.

Escuché eso, aunque mis ojos seguían cerrados.

— Veinte minutos más...

— Ya estamos cerca del aeropuerto.

Aguarde silencio y Al suspiro.

En verdad si estaba bien despierto, solo quería saber que haría mi novio.

— Okey... Entonces te quedarás aquí y cuando te dignes a despertar te perderás en la ciudad.

Abrí grande mis ojos, sobresaltado ante su comentario.

— Era broma —se acercó y me besó el cachete, mi cara seguía en shock—. Pero si no te despertabas abría pasado algo similar.

— No te atreverías a dejarme solo.

— Nop. Pero jugaría contigo. Yo me iría al departamento y te dejaría con mi secretaria. Ella te llevaría a dónde estoy...

— Llegas a ser bastante malvado para ser alguien tierno.

Tome sus mejillas y las estire como abuelita, le molestaba y lo sabía.

Su cara fue de poker, y una guerra de cosquillas estalló; Al fue quien la empezó.

Sabía su punto débil, así que intenté hacerle cosquillas allí, pero el se movía a cada rato para evitar que yo lo hiciera.

De un momento, la azafata tosió para hacer notar su presencia. No se cuantos minutos estubo allí parada, pero nos miraba sería.

—Wir sind im Begriff zu landen, daher empfehle ich Ihnen, richtig zu sitzen, um Verletzungen zu vermeiden— habló intentado sonreír, lo que más bien hizo que su 'sonrisa' pareciera una mueca. Creo que le molestó que nos comportamos como niños.

— Hey, Al, cariño, ¿qué fue lo que chuchas dijo? —le pregunte en voz bajo cuando la muchacha se alejo, ya nos estábamos acomodando en los asiento.

— Dijo que pronto el avión aterrizaría, y que nos sentemos bien para que no nos hagamos daño.

— Ah...

El avión empezó a aterrizar, tal y como habían dicho Al y la azafata.

Unos lindos días de ocio y turismo empezaban ya.

(...)

—Comiendo helado—

Ecuador: Esto es demasiado tranquilo.

Alemania: Las cosas están así desde el comienzo de la epidemia. Además no me agrada salir. Sería una perdida de tiempo.

Ecuador: Chuzo. Me lo hubieras dicho antes de traer tanto equipaje y objetos para estos días.

 Me lo hubieras dicho antes de traer tanto equipaje y objetos para estos días

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Lamento la demora, he estado ocupada intentado enviar todas mis tareas a tiempo (algunas hasta el plazo límite) que el tiempo que queda no tengo la suficiente imaginación o me pongo hacer otras cosas 😩
Losiento, losiento 😞
Estoy trabajando en los otros caps, así que solo faltan dos para terminar. Nos leemos luego :')

ALECU WEEKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora