🙃7

15 5 0
                                    


-Chimmy, por favor... Come - pidió el pálido por tercera vez en el día soltando un suspiro pesado.

El pollito solamente lo miraba fijamente para luego caminar de nuevo a su casita y no salir.

Yoongi resoplo nuevamente, estaba cansado, ser futbolista y secretario de un despacho no era nada sencillo. Tomó la comida de pollo que había comprado en el supermercado y la guardó en uno de los cajones de su minúscula cocina.

-¿No quieres comer? - miró la casita de madera que había dejado Taemin - no comas, pero tampoco te daré comida humana, tonto pollito - reprochó.

Al escuchar aquello, el pollito salió de su casita de madera color amarillo con detalles en color café para enfrentar al humano cara de gato.

Apareció de nuevo el chico de cabellos dorados mirando con el ceño fruncido al pálido frente a él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Apareció de nuevo el chico de cabellos dorados mirando con el ceño fruncido al pálido frente a él.

-¿Me haz dicho tonto pollito? - le cuestionó -¿con que derecho? - se cruzó de brazos.

-Estás en mi casa - Yoongi se colocó de pie y dio un paso al frente - te doy de comer y me ignoras -dio otro paso - estoy agotado, me duelen las piernas y soy conciente que aún estas enojado conmigo pero deberías de actuar como un muchacho de ¿quince? ¿Veinte? Debes ser un poco más maduro para que lo que sea quería Taemin se logré - dio otro paso quedando a escasos centímetros del pollito. Siendo más alto que el rubio, su cabello cayendo hacia el frente formando una ventana, donde solamente se observaba los ojos gatunos negros del más alto -¿ahora conoces con que derecho te digo tonto pollito? - tiró su cabello para atrás y se alejó del chico de cabellos dorados y mofletes rojitos.

-Aunque este aquí no tienes derecho a decirme tonto - debatió - y además, tengo veintidos años ¿usted cuantos tienes? - elevó una ceja observando al pálido sentarse de nuevo en la silla giratoria de la cocina.

- ¿Para qué quieres saber? - le preguntó, mordiendo un mango que estaba en la canastilla de frutas de la mini isla que dividía la cocina de la sala.

-Tengo que saber si tú - lo señalo, inflando sus mejillas - me debes respeto - sonrió.

Una pequeña risilla se escapo de los delgados y rosados labios de Yoongi, dejó la mitad del mango en la mesa y miro directamente al rubio

- Tengo treinta años, así que tu jueguito de quién es mayor te quedó mal. Ya que tu eres quién me debe respeto a mí - se señalo a sí mismo con egocentrismo.

Chimmy se quedó con su boquita formando una "0" de asombro. Jamás pensó que tuviera tantos años, aparentaba menos.

-Dame de comer - le ordenó.

-No - fue la única respuesta - iré a dormir - sentenció.

-¡NO ME DARÁS DE COMER! - gritó berrinchudo.

-¡NO LO HARÉ! - gritó desde su cuarto Yoongi.

-¡ESTUPIDO HUMANO CARA DE GATO, TAEMIN ME DEJÓ CON EL PEOR DE TODOS LOS SERES HUMANOS! - se quejó gritando para que Yoongi le escuchará.

-¿Soy lo peor?- preguntó en el borde de la puerta de su habitación - ¿quieres que realmente sea de lo peor? - su voz era serena pero cargada de molestia ante el comentario del muchacho.

En un avión privado, una rubia quería destrozar a su hermano y de paso al gato que le había dejado el ex - cuñado de ella.

La gatita había huído de su caja trasportadora y ahora estaba en las piernas de aquella muchacha, arrañando su pantalón hasta hacerle enrojecer su pierna, el rubio tenía a la ardilla entre sus brazos.

-¡QUITAME ESTE ANIMAL DE ENCIMA! - le exigió.

-Noona, es adorable JenJen, solo quiere mimos, atrevete - le ánimo con una sonrisa.

La rubia llevó su mano al lomo del animal, acarició el suave pelaje del gato y sonrió por primera vez en la semana.

Al llegar a su destino, ambos hermanos se despidieron de sus guardaespaldas y entraron a la habitación de cada uno.

-¿Sabes que es muy grosero de tu parte hablarle así? - habló una voz un poco pesada.

-¡¿Que carajos!? - gritó asustado.

Amistades hay muchas, un corazón destinado a amar solo uno

Mi pequeño amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora