𝑀𝑎𝑟𝑖𝑝𝑜𝑠𝑎𝑠. | kirishima Eijiro

01.

[Recomendación: se ve lindo el decorado si esta en blanco, si quieren pueden ponerlo en blanco, disfruten la lectura]

"圧倒する"

"Agobiado."

"¡Bip-bip! ¡Bip-bip!"

La alarma se hizo escuchar en la oscura y fría habitación de nuestro pelirrojo seguramente pensaran, se levantó con su bella y brillante sonrisa, pero no era así.

Eijiro no durmió en toda la noche, estuvo tres horas mirando el techo mientras dejaba caer sus lágrimas pensando el porque se encuentra en ese estado, el no era así, no era propio de el. Eijiro siempre fue seguro de si mismo, alegre y siempre ponía a sus amigos primero, siempre hacia eso, todos antes que el, pensaba que ponerse primero era egoísta, aún lo piensa.
Para dispersar esos pensamientos se puso a entrenar hasta el cansancio, siendo el sonido de su alarma la salvación de su pobre y cansado cuerpo por entrenar tanto tiempo sin descanso alguno.

Salió de su nube de pensamientos y corrió a ducharse antes que todos, no quería que vieran su cuerpo le desagrada todo de el de nuevo, se da asco, se odia.
Eijiro no es feliz.
Y nadie se da cuenta.

•   •   •

Termino de bañarse, una ducha de agua fría no se creía merecer siquiera una comodidad  como el agua caliente, o siquiera comer, no se sentía merecedor de tal cosa.

"Kirishima...se que no somos cercanos, pero..no estas bien ¿Verdad?"

Ese mensaje lo dejo un tanto descolocado, su senpai mas tímido se dió cuenta y sus amigos más cercanos..¿no? Volvió a leer el siguiente mensaje "nos vemos en la hora del almuerzo, quiero intentar ayudarte, mirio y nejire quieren ayudar también, ya que no soy bueno hablando..."
Tamaki.. realmente tamaki era el verdadero sol para kirishima, apesar de su timidez e inseguridades se tomo el tiempo y la molestia para hablarle y preocuparse por el, contesto con una respuesta afirmativa.

Soltó una sonrisita para volver a verse al espejo, suspiro otra vez no tenía ganas de arreglarse solo se puso el uniforme y caminó hacia su aula correspondiente a paso pesado, en su rostro se notaba evidente cansancio y su cuerpo dolía horrores.

Tenía mucho sueño, demasiado, otra vez..no comio, se dispuso a masticar un hielo que había en la heladera para calmar su hambre y su ansiedad de querés atragantarse con comida, kiri sabía que eso era malo para su cuerpo, lo sabe perfectamente pero ya no le importa su salud, después de todo, no se cree merecedor de gozar de buena salud.