Capítulo 8- La otra

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Capítulo 8: La Otra

El día siguiente me desperté y de una vez me metí al baño a vestirme para el día de hoy. Me apliqué mi maquillaje y me dirijí a la cocina a avisarle a mi madre que iba salir.

"Buenos días cariño y tu para donde vas?" me preguntó al verme entrar.

"Buenos días ma, voy a pasar el día con Ana y creo que iremos al centro comercial tambien". Le respondí mientras me comía una manzana que estaba en la mesa junto con otras frutas.

"Bueno aseguresen de regresar temprano. No se les olvide que su vuelo sale temprano mañana".

"Si ma. Ya me voy. Te amo." le con eso dicho fuí a buscar mi cartera en mi cuarto y me dirijí a la casa de Ana.

Me paré al lado afuera de la puerta tocando el timbre cuando escucho a Ana gritar desde adentro, " Chao ma, regreso ahora mas tarde te amo!".

Salió de la casa viendose como una modelo. Como siempre. Usaba una enagua lisa que le llegaba a la mitad de los muslos color negro y que le llegaba justo arriba de las caderas abrazando su figura perfecta. Lo combinó con un top blanco con rayas negras y unos tacones negros. Y yo imediatamente me sentí tonta usar unos simples jeans y una blusa corriente.

"Hola hermosa. Como te sientes hoy?" me preguntó mi mejor amiga mientras me daba un abrazó.

"Mejor. Ya me dí cuenta que no hay mal que por bien no venga" le dije. Sonaba mas bien como si quería convencerme a mi misma.

" Esa es mi chca, ahora vamos a gastar dinero comprando cosas que no necesitamos" y con eso nos montamos en el carro de la mamá de Ana y nos fuimos.

Pasamos toda la mañana de tienda en tienda. Mientras yo estaba en el vestidor, Ana me tiraría por encima de la puerta differentes piezas de ropa reclamando que las necesitaba. Despues de probarme como 10 pantalones, 7 blusas, 5 enaguas y todo lo demás que Ana me obligo a probar y despúes comprar me dí cuenta que ya era hora de almuerzó y que tenía mucha hambre. Logré sacar a Ana de una zapatería (Ana tiene una obsesión en comprar zapatos) nos dirijimos a la sección del centro comercial donde estaban todos los puestos de differentes cadenas de comida rápida. Despúes de un duelo de piedra, papel, tijera por haber ganado yo decídi que ibamos almorzar en Taco Bell. A quien no le gusta Taco Bell?

Despues de ordenar y retirar nuestra comida, nos desplazamos a una mesa junto con las bolsas de nuestras compras. La verdad es que la estaba pasando bien. Ya casi ni me acordaba de lo que pasó con Noah. Tal vez sea mucho mas facil superar toda esta situacion.

Despues que terminamos de comer nos levantamos a botar nuestra basura. Yo por ser el ser mas torpe del mundo, por supuesto que no ví una silla mal acomodada en el pasillo, y me tropecé regando lo que quedaba de mi Fanta encima de una mujer que iba pasando. Se regó justo en su pantalón blanco dejando una mancha anaranjada muy visible.

"Muchacha disculpe, no fue mi intención de verdad que pena" no hallaba ni que decirle que lo avergonzada que estaba por ser tan torpe. Era una muchacha tal vez alrededor de mi edad, de pelo corte, café y ondulado. Andaba lo que se le puede llamar exceso de maquillaje que la hacía ver mas mayor de lo que es. Andaba una blusa color morada pero completamente transparente dejando ver su brasier claramente. No es algo que yo usaría pero supongo que gustos son gustos.

"Tenga mas cuidado idiota" me respondió. Creo que me lo merezco. Y por fin alza la mirada por primera vez a verme en la cara y la sonrisa que se le forma en los labios me confundió un poco. "Pero mire a quien tenemos aquí. La tal Kiara".

"Disculpe nos conocemos?" Le pregunté obviamente confundida que esta extraña mujer conozca mi nombre.

"Ay disculpe donde están mis modelas" estiró la mano para saludarme, la cual yo iba devolver hasta que decidió volver hablar. "Yo soy Lindsey, quizás has oído hablar de mí?" me preguntó fingiendo inocencia. En el momento que ella me dijo su nombre sentíi que alguien me golpió en la costilla. Ella desde luego que notó mi cara de shock, y retiro su mano. "Uuups, al parecer si has escuchado hablar de mí, no es así cariño?". No me salía ni una sola palabra de la boca. Solo estaba allí, de pie, viendo a la mujer con la que Noah me engañó. "No se que vio Noah en ti, no eres mas que una arrimada".

Tanto que estaba enfocada de lo que me estaba diciendo esta mujer que no noté que Ana aún estaba al lado atras mío. De repente ví una mano volar por el aire y golpiar duro contra la cara de Lindsey. "A ver imbécil te lo voy a poner simple. Vuelves a decir otra cosa así de Kiara y te saco los dientes en un solo golpe. No eres mas que una zorra deseperada. Mientras que Kiara es demasiado buena como para decirte todo lo que te mereces y adivine que? Ella algún día va encontrar a un hombre de verdad que la quiera y tu? Tu siempre vas hacer plato de segnda mesa cariño". Nunca en la vida había escuchado a Ana tan enojada como en ese momento. Me jaló del brazo alejandome de aquella mujer, que por cierto se quedó mas que sorprendida de todo lo que le dijo Ana.

"Gracias por eso" le susurré a Ana ya cuando estabamos bastante lejos. Podía sentir lágrimas amenzando en salir pero hize todo lo que pude en no soltar ninguna. No vuelvo a llorar por algo tan estúpido.

"Usted sabe que lo haría mil veces mas si fuera necesario pero Kiara, necesitas aprender que a personas como esas hay que ponerlas en su lugar. Ven acá." Y me atrapó en un abrazo que yo necesitaba. "Te quiero lo sabes verdad nena" me preguntó. "Por supuesto que si banana, eres como una hermana para mi" le respondí de todo corazón porque en realidad no sabía que sería de mi vida sin mi mejor amiga.

Seguimos de compras como si nada hubiera pasado, gracias a Ana que siempre sabe como alegrarme el día. Ya una vez se empezó a poner el sol decidimos irnos, por supuesto cargando todas las bolsas que contenían nuestras compras. Ana pasó dejandome en mi casa y entré encontrando a mi mamá sentada en el sofá de la sala.

"Por lo visto te fue bien cariño" me dijo apenas me vio entrar cargando las bolsas.

"Uuugh estoy exhausta. Quien dice que ir de compras no es cansado?" le dije mientras me tiraba al otro sofá. Le enseñé a mi madre todo lo que había comprado. O mas bien todo lo qe Ana me había obligado a comprar. Despues comí algo rápido antes de ir a mi cuarto. Me dormí apenas mi cara se conectó con mi almuhada.

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