𝕀ℕℂ𝕆𝕄ℙℝ𝔼ℕ𝔻𝕀𝔻𝕆.- 𝕊𝕥𝕖𝕣𝕖𝕜

CAPITULO 3-. Cigarrillos.

¿Stiles había huido por miedo a crear vínculos afectivos/amistosos? si.

¿sabía que eso estaba mal? si.

¿se arrepentía? no.

¿estaba al borde del colapso? definitivamente.

—¿Me estás escuchando?— 

—No, lo siento, ¿Qué decías?— Stiles sonrió, y sacudió un poco la cabeza, tratando de alejar esos pensamientos.

—Que este es mi último año de preparatoria.. y aún estoy un poco indecisa por la universidad y que... —

—¿No dijiste que irías a la de Denver?— 

—Si. Pero no quiero irme, estoy bien aquí, estamos bien— Ella sujetó las manos del chico,  pretendiendo que todo estaba perfectamente bien entre ellos.

—Sabes.. sabes que eso no es verdad— Susurró.

—Estamos bien— Declaró. —Lo estamos, Stiles— El chico empezaba a sospechar si lo decía por que realmente lo creía, o por que quería convencerse a ella misma.

—Lydia..—  Dijo viendo a sus ojos, apretando ligeramente las manos de la chica. —Tenemos problemas y lo sabes—

—Son mínimos, ¿okey? los arreglaremos— Lydia sonreía, pero era una sonrisa tensa.

—Me.. me estas siendo infiel, Lydia— Susurró con pesar, lo suficientemente bajo para que quedara entre ellos.

—¿De qué estás hablando? Yo.. jamás sería capaz de eso—

—Lydia.. no has tocado tu ensalada porque vienes de comer con él y las marcas de tu cuello, esas sin duda no te las hice yo— Stiles agachó la mirada sintiendo pena por sí mismo.

Era irónico el cómo pretendían que todo estaba perfecto entre ellos, ambos lo hacían, Stiles por pena así mismo y Lydia porque.. era Lydia.

—Pero.. yo te quiero a ti.. — Lydia fue silenciada por Stiles, el cual se sentía demasiado frustrado por la situación. 

—Se sincera por lo menos.. sé lo ahora— Levantó la mirada y la vio directamente a sus ojos verdes. —Quedemos bien.. ¿sí?— 

—¿Estás.. estás terminando conmigo?— 

—Si— Sonrió y le dio un beso en la frente. —Si preguntan y quieres mantener tu reputación.. di que me iré a estudiar lejos.. o que yo fui el que te fue infiel— 

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A unos cuantos kilómetros de ahí, había otra persona de ojos verdes, igual o quizá un poco más frustrada que Lydia..

Estaba totalmente desesperado, si, se sentía rechazado, pero su frustración no era solo por eso, ¿Por qué rayos no sabía nada de eso chico? no rogaría que le hablara, pero sentía preocupación por él, estaba apunto de ir a levantar una acta por desaparición, pero su padre era el sheriff, así que sería incómodo. 

—Oh por dios— Laura Hale entró estrepitosamente a la habitación de su hermano, tirando todo a su paso. 

—¿Podrías no entrar así a mi habitación?— Pidió "amablemente" el menor de los Hale.

—Peter— Sentenció Laura ignorando a su hermano. —Viene. Ya. Mañana— 

—¿Qué? ¿Por qué?— 

Era bien sabido que el gran Peter Hale era amado y odiado por muchos. (Más odiado que amado, claramente) y su familia tenía ciertas opiniones sobre el.