De encuentros y memorias

JUNIO

⚠️ ADVERTENCIA ⚠️
Capítulo con alto contenido para mayores de edad 🙀
Si lo estás leyendo y tienes menos de 18 años NO CENSURES POR FAVOR PEQUEÑO MOUSTRO 🔞
Este capítulo, va dedicado con todo cariño para todas aquellas hermosas personas  que llevan un arcoíris 🌈 en sus vidas
Que el amor siempre les acompañe... Love is love 🌈 ES AMOR
Disfruten ☺️

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JUNIO

Veía colores.
Esferas de muchos colores en todas partes.
Aunque todo estaba difuso a su alrededor, podía ver esos circulos flotantes que se elevaban al cielo y al levantar la mirada, la luz casi lo dejó ciego.

Abrió los ojos despacio encontrándose en su recámara. La resplandeciente luz de apenas unos momentos atrás, era apenas un suave destello que se filtraba por las oscuras cortinas y le pegó directo en el rostro.

El resto de la habitación seguía oscura, jamás pensó tener tan en penumbra su recámara hasta que el habia llegado a su vida.

El...
Ese hombre, al que apenas tenía poco menos de dos meses de conocer. Bueno, en esta vida.
El, un apuesto joven que le atropelló con su bicicleta y que lo recibió en sus brazos después de haber caído de un árbol.
El, quien se había ido a vivir a su lado despues de aquella tarde lluviosa en la que sus cuerpos volvieron a unirse, despues de tantos cientos de años.
El... su amado demonio Hua Cheng, su tierno amante San lang... todo eso y mas en el pasado. Y ahora, había regresado a el como Hayden Lee.

Se incorporó un poco para sentarse en el lecho, procurando no despertarle.
Apenas unos días atrás, dejó de poner la alarma para ir la escuela. Pese a esto, Liam tenía la costumbre de abrir sus ojos a las 7 de la mañana. Aunque al ver el reloj, se dió cuenta de que eran casi las 8 AM.

Era un Lunes.
Ese día solamente necesitaba ir mas tarde a dejar un trabajo de investigación a la escuela. No había necesidad de levantarse tan temprano, las clases ya habían terminado y el receso vacacional estaba a la vuelta de la esquina.
Serían unos días estupendos a su lado, ahora que ya podrían disponer de mas tiempo juntos y quizá salir a conocer un poco más la ciudad de Nueva York o sus alrededores. Aunque a decir verdad, prefería estar acurrucado junto a el.
Liam volvio su mirada y contempló a Hayden que seguía durmiendo a su lado. Suspiró y se mordió el labio inferior, recordando la noche anterior.

***
Eran ya pasadas las siete de la noche, acababan de terminar de cenar y una idea cruzó por la mente del joven de pálida piel.
Hayden comentó que sería divertido pasear por la ciudad juntos y quería añadirle un asiento a su bicicleta.

El auto también podía llevarles a todas partes. Pero un trayecto más corto, como el ir a la escuela o al parque, la bicicleta era suficiente y además tenía esa capacidad de añadir el asiento metálico en la parte posterior.

Mismo que Hayden había guardado entre los neumáticos de repuesto y otras herramientas. Asi que puso manos a la obra despues de cenar. No pensó que fuera tan difícil.

Dieron las 8:45 de la noche y Hayden se veía fastidiado, pero no por eso se rindió.
Había desarmado una sección de su bicicleta para añadir el asiento y así su plan de poder sentir los abrazos de su gege mientras pedaleaba por la ciudad, se volvería realidad.

Liam le vió fascinado desmontar la bicicleta y armar unas cuantas piezas más, ensuciándose aquellas largas y delicadas manos de artista. De sus labios brotaron algunos improperios y esto solo le añadía un encanto más a su varonil modo de armar y desarmar las cosas.

Le contemplaba en silencio esas hebras de azabache atadas con una liga en lo alto de su cabeza y deslizó su mirada bajando por el cuello de Hayden, en donde su clavícula se unía a esos fuertes y cálidos hombros.