JULIO

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Este capítulo...
Me costo demasiado escribirlo, ya que guarda algo muy personal en las palabras y situaciones ocurridas...
Va dedicado a todas aquellas personas que hemos perdido a un ser amado y hemos atravesado por alguna situación difícil

Esta de más decir que el capítulo contiene situaciones para adultos, ya que lo he advertido en la sección al comienzo
Siéntanse con la libertad de escribirme sus opiniones, me gusta mucho leer sus comentarios en los circulitos con signos de +

Muchas gracias por esperar este capítulo


                       🦋 ....JULIO.... 🦋

"Juré que dos almas deberían ser una, mientras las gaviotas amen el mar, mientras los girasoles amen el sol. Sera nuestra eternidad, tuya y mía"
Oscar Wilde.

La espesa niebla no le permitía ver mas allá de dos pasos al frente. El blanco mortecino a su alrededor inundaba todo a su vista, y fue presa del pánico al no saber en que dirección se dirigía.

¿Estaba dentro de algún lugar o afuera?... ¿Era un lugar real o parte de su imaginación?...¿Qué significaba toda esa niebla?...
Varias preguntas sin respuesta concreta se fueron acumulando en su cabeza, pero la más temida de todas...
¿Por qué estoy solo en este lugar?

Sus temerosos pasos fueron guiándole ciegamente hasta un punto en donde un ligero murmullo comenzaba a crecer. El ruido de un suave oleaje llego hasta sus tímpanos y decidió seguirlo, convencido de que tal vez pudiera encontrar a alguien.

A cada paso que daba, el sonido de las olas era más audible. De un momento a otro comenzó a trotar y la niebla fue disipándose poco a poco.
Llegó a un sitio que aún seguía cubierto por esa niebla, aunque cada vez la claridad se manifestaba, permitiéndole observar con mayor detalle a su alrededor.
El cielo aún se percibía en color gris. No sabía a ciencia cierta si era de mañana o de tarde.
Había llegado a la orilla de una playa abandonada.

Levantó sus vista al escuchar un ave volando por encima de su cabeza. La niebla estaba casi desapareciendo y pudo ver las aguas de la playa meciéndose bravamente hasta la orilla. El mar lucía negro y agitado.

Volvió su vista a si mismo y se vió completamente diferente a como lucía en verdad. Comenzando por su cabello. Lo tenía larguísimo. Las hebras castañas rozaban graciosamente sus caderas y de nuevo portaba aquellas túnicas blancas en su cuerpo.
Sus antebrazos estaban cubiertos por aquel suave vendaje... y una palabra surgió en su memoria.

–...Rouye...— susurró.
Aquellas vendas parecieron reaccionar a sus recuerdos y Liam sonrió.
No. No era Liam Lehman. Ahí era Xie Lian, su alteza real...

Suspiró y volvió su vista al mar nuevamente. Algo que flotaba en el mar llamo su atención.
El objeto estaba muy fuera de su alcance, bamboleándose en las olas.
Eran estas las que poco a poco conducían a aquel objeto hacia la orilla.
Xie Lian aguzó la vista tratando de definir que era aquel objeto.

Estaba a unos 100 metros de distancia y en cualquier momento las mismas olas lo arrastrarían a la orilla. Podía ver que el objeto era grande, alargado y horizontal.
El negro de las aguas no le permitía ver exactamente el color del objeto, pero sin duda alguna, era oscuro también.

Por un momento, las aguas parecieron enfurecerse, cubriendo de forma momentánea al objeto, perdiendolo de vista. Minutos más tarde, volvió a surgir de entre las aguas y cada vez más cerca a la orilla.
Sus ojos fueron abriendose aun más, al ver con claridad lo que era aquel objeto flotando en el agua.
Lo tenía ya a unos diez metros de distancia, y pudo apreciar con claridad la madera oscura del que estaba hecho. Algunos líquenes y algas estaban adheridos en la superficie y en los costados del objeto.
Una sensación de pesadumbre comenzó a invadirle cuando el objeto alcanzó la orilla y se encalló en la arena.

De encuentros y memoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora