Chapter 4: La amante, el iluso y la espectadora (Setsuna Tokage)

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«continuación de "Pasajero"»

Ardería en el infierno, Ibara lo sabía, estaba segurísima que su amiga no tenía salvación del demonio sexual que tenía dentro. Ya no cabía duda que la muchacha tenia sangre de súcubo o era ninfómana, el constante coqueteo y el juego de seducción que aplicaba a Midoriya lo comprobaba.

Que indecente e irrespetuosa.

Pensó ella, completamente indignada de cómo se comportaba el par ahora que tenían "privacidad" en el gran sofá de los dormitorios. Sus constantes toqueteos e insinuaciones fueron las causantes de espantar al resto, a todos menos a ella, quien había decidido monitorear al par, en especial a Setsuna, quien no dejaba de provocar al joven.

Era como si no le importase su presencia, su compañera no tenía vergüenza en pasar sus manos por el cuerpo del muchacho, su rostro a solo centímetros del suyo, susurrando y mirándole con un gesto indecente. Que tan cegada por la lujuria debería estar uno para desenvolverse de tal manera?

Decidió orar por ella, cerró sus ojos y junto sus manos, sus murmullos se perdían en la fuerte música que sonaba de fondo. Terminado su rezo, Ibara se decidió por ir a por un poco de agua, todo lo que había en la pequeña mesa de la sala tenia alcohol después de todo.

-"Ha…".

Se detuvo en seco en medio de su camino al escuchar ese gemido, la sacerdotisa se giró lentamente con miedo.

-"S-si…!"

Setsuna ya hacia sobre el peliverde, sus ojos cerrados y su boca soltando constantes gemidos combinados con aire caliente, solo podía ver su cabeza y brazos, el resto de su cuerpo era cubierto por el sofá. Ibara se congelo en donde estaba, Midoriya había cedido y ahora se encontraba besando con furia el cuello de su compañera.

-" Ugh…! M-mierda…".

La blasfemia que lanzo logro devolverle a la realidad, Ibara rápidamente se ocultó sobre una columna, su corazón latiendo fuerte por lo que acaba de presenciar.

-"Vamos grandote… ya no hay nadie aquí"-le escucho soltar risillas.
-"D-deberíamos ir a tu cuarto…".
-"Tranquilo! Mira…"-el sonido del sofá rechinar se escuchó unos segundos-"…de esta manera si alguien viene no podrá vernos"-volvió a reír.

Ibara asomo su cabeza, el reflejo en el televisor le permitió entender que es lo que habían hecho.

-"Ah…"-Setsuna soltó un sonido de placer-"…por fin…".
-"E-estas bastante mojada…".
-"Y tu bastante emocionado"-dijo antes de que su voz se ollera como si tragara algo-"Ah…! Voy a hacer desaparecer a este muchachote Midoriya, espero me lo recompenses".
-"S-si…".

Su boca se abrió de golpe, no necesitaba verlos para saber lo que estaba ocurriendo, bastaba con ver sus siluetas borrosas en el televisor para quedar estupefacta.

Santo dios…

La joven se llevó una mano a la boca por lo lascivo de sus actos, mientras que su amiga soltaba gemidos ahogados con el miembro de Midoriya en boca, devorándolo sin piedad alguna hasta, efectivamente "hacerlo desaparecer" el peliverde no dejaba de hundir su rostro en el sexo de su pareja, de igual manera soltando gruñidos que provocaron cierto calor en Ibara.

-"T-tokage! Espera…!".

Escucho como el muchacho soltó un alarido de placer y vio cómo su amiga temblaba, no supo en qué momento se había quedado tan inmersa en observarles.

-"Oh d-dios… oh…"-volvió a escuchar a Setsuna-"Midoriya… puedes ayudarme a levantarme?".
-"O-ok...".

Ambos sonaban cansados, Ibara se escondió con su corazón a mil por hora al verles irse levantando del sofá.

Caramelos de Miel - EvolveloveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora