A siete meses de ti, de ese último día que cruzamos miradas, solo te fuiste sin volver la vista atrás. Para ser completamente honesta no imagine que esa será la ultima vez que te vería, de espaldas y con tu bolso a cuestas; sabía que no era nuestra primera discusión, claramente tampoco tenia forma de saber que sería la última, pues hasta el momento el destino siempre encontró la manera de que todo se arreglara rápidamente, por alguna reunión de trabajo donde volvíamos a cruzarnos, algún turno extra compartido al que ninguno se podía permitir faltar, algún cumpleaños de cierta niña especial el cual ninguno quería perderse. Siempre existía un factor que nos unía nuevamente, de eso se encargaba el destino, de ponernos frente a frente, nuestros ojos, tus ocurrencias y mi risa involuntaria hacían el resto. Pero ¿Qué es la vida sin un "pero"? No hay gracia en alcanzar una meta sin obstáculos que le sumen valor, no hay logro sin esfuerzo y de esta misma forma no existe vida bien vivida sin un "pero", una gama de colores no esta completa sin los tonos grises, sin los colores opacos, sin los tonos negruzcos. Y esa noche fue nuestro negro absoluto, en un infinito número de encuentros, por fin llego el inesperado desencuentro, la revolución del destino a su trama rutinaría, el fin de esa historia que parecería trascender más allá del tiempo, más allá de las discusiones y sospechas, más allá de todo, más allá de ti, más allá de mí, pues más grande que todo siempre fue el nosotros. El destino siempre se encargo de reencontrarnos, pero esta vez, todo fue diferente.
El primer día fue una pesadilla, tapada de pies a cabeza entre las colchas de mi cama ya húmedas e impregnadas por completo de ese olor alcalino de las lágrimas, el segundo día no hubo gran diferencia, al tercero ya no quedaban mas lagrimas en mi y solo me preguntaba ¿Fue real? No solo el engaño o el que ya no estuvieras, sino tú ¿Realmente fuiste parte de mi vida? Ahora veo atrás y solo distingo un vacío, algo que quizá nunca debió pasar. No existió un precedente a tu llegada, así como tampoco un evento nexus o gran cambio tras tu partida, solo un punto efímero en mi finita existencia, algo que tan fácil como apareció se borró, como un sueño, que se desvanece de la memoria al despertar.
Pasaron los meses y parecías feliz, exitoso, como si finalmente obtuviste todo lo que siempre deseaste tener, aunque ¿Quién podría saberlo? Definitivamente yo no, pues nunca compartiste nada conmigo, tus sueños o metas, permanecieron hasta el final de nuestro tiempo juntos como un gran misterio, nunca supe nada de ti o al menos nada que no conociera alguna otra persona. Tu vida personal, era como una sala VIP a la que muy pocos tenían acceso, del resto nos veníamos clasificado por secciones, bien como pudo ser la distribución de mesas en una discoteca: salón, las altas, terraza, cada uno en su zona sin posibilidad de salir o cruzarse con alguien perteneciente a otro rango, como una vez me comentantes "no me gusta que mi familia sepa de mi trabajo, o mis amigos sepan de mi familia" aunque seamos honestos, todas esas reglas, todos esos límites impenetrables parecían aplicar solo conmigo, pues más de una vez vi a tu familia en tu lugar de trabajo, mas de mil veces a tus amigos compartiendo con tu familia, la única persona a la que nunca se le permitió entrar fui yo, creo que por eso nunca me vi enlazada del todo a ti, por este aspecto puedo tener la certeza de que no fui especial en tu vida, solo otro secreto más.
Yo por mi parte continué mi vida, me aleje de todo aquello que podría llegar a tener alguna relación contigo y obvio, con ella, me sumí en una actitud fría, distante, incluso podría llegar a decir desesperada por sentirme ausente, sola, independiente de cualquier emoción. Me ahogue en un sin fin de conversaciones sin sentido, con cientos de promesas de hacer la diferencia, repleta de cumplidos y afirmaciones de que soy especial, que merezco mucho más, que soy hermosa, que soy deseada y otra infinidad de palabrerías que no me terminaban de convencer. Me rodearon brazos cálidos que se aferraron a mi con desesperación, pero nunca sentí el confort que tuve en tu pecho, lo cual resulta irónico considerando que siempre te viste a ti mismo quizá demasiado delgado como para ser cómodo y tras meses de esta vida perdida me encontré, sola como al inicio, pero esta vez con el conocimiento de que me sentía mejor así. Pero ¿Ya lo ves? Siempre el "pero", volviste a aparecer, no físicamente claro, solo una llamada, mensajes cada tanto volviéndote una constante nuevamente en mi vida y acá fue cuando cambiaron las preguntas ¿Por qué terminamos realmente? ¿Todo fue una mentira? ¿Por qué ella nos hizo esto? Se supone todos éramos amigo... Pero (nuevamente) el destino cambio sus cartas, cierta foto llegó a mis manos y como dirían mis amigos surgieron "recuerdos de vietnam" y ahí fue cuando lo supe. Ella nunca fue el problema, joder, bien Dios sabe que soy lo suficientemente tonta como para dejar pasar las infidelidades por alto, caer en mentiras y tener fe ciega en cualquiera que me profese "amor verdadero" creo que es el efecto colateral de crecer rodeada de cuestos de hadas, el daño innegable (y desgraciadamente irreparable) que dejo Disney en mí, la vana creencia de que los príncipes encantadores existen y que un beso de amor todo lo puede. Hubo algo más, algo más allá de la sospecha, algo más allá de esas fotos, una grieta invisible a simple vista, una inseguridad que tu creaste en mi y que con el pasar de los días fuiste alimentando durante nuestro tiempo juntos, quizá hasta de forma inconsciente.
"El amor es finito" repetiste hasta el ultimo día, "Es posible dejar de amar solo por que sí", "el amor se acaba", "Tu no cuadras como esposa", "Todo depende del momento" Realmente te aseguraste de dejarme claro que yo era solo un momento en tu vida, no algo que estaría a largo plazo, querías ser alcalde ¿Recuerdas? A todos nos decías que en un futuro debíamos votar por ti y a mí, en privado que yo no cumplía con el arquetipo de una primera dama, así que "Sí llegamos a..." tendríamos que separarnos. Siempre tuve la duda ¿Lo decías por mi personalidad o solo por mi físico? Se que nunca llegue a tus estándares de lo "atractivo" fuimos amigos antes que todo y tenía bien claro el fenotipo de las chicas que te atraían ¿o era mas complejo que eso? ¿Acaso fue porque no me amabas como para darme lugar en tu futuro? En fin la suma de todo esto, aunque me lo presentabas como un chiste o incluso me convencías de tu razonamiento fueron dando origen a algo en mí, en lo profundo de mi inconsciente "Yo, no soy suficiente" y creo que la acción mas grande que pude hacer para mostrar este pensamiento fue dejarte, no te deje porque me engañaras, no te deje porque me hacia infeliz tu traición, te deje porque lo que realmente me dolía era confirmar que no fui suficiente, que no eras feliz conmigo y joder como quería verte feliz, así fuera con alguien más, así que me aparte para dejarte ser feliz sin miedos o remordimientos.
¿Es que acaso el amor por otra persona puede llegar a ser tan grande como para opacar el amor por ti mismo? Pues al parecer si, pues este fue mi caso, perdí todo amor propio, por ti y no me di cuenta sino hasta muchos meses después, con una foto, donde sonreías entre sus brazos, ahí fue donde realmente me di cuenta de que perdí, pero opuesto a lo que creía, no fue ese día de noviembre cuando todo acabo entre nosotros, fue mucho antes, en algún punto de ese año previo donde realmente tuve mi mayor perdida, en algún punto donde todos los colores se tornaron opacos, hasta que los grises llenaron mi vida terminando por ahogarme en ese negro absoluto que ni Anish Kapoor podría llegar imaginar. Me perdí a mi.
Hoy, a siete meses de ese último día juntos dices "aun no se olvida" y vaya que no, pues nuestra historia, aunque sin precedente dejo una marca en mi (puede que hasta en ti) y no, no creo que sea fácil de borrar. Neruda pudo escribir los versos mas tristes esa noche, pero esta mañana yo puedo escribir una prosa aun mas oscura, pues yo te amé y a veces tu también lo hiciste. Ya no te tengo, se que te he perdido, claramente nosotros tampoco somos los mismos, cuanto te quise, pero ya no te quiero.

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Prosas Profanas
PoetryVersos fugases que pasan por la mente de una chica desvariante. Inicio: 16.11.14