𝐜𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐕𝐈𝐈𝐈

2.9K 362 120
                                    


"La decisión"


-Seokjin, despierta. -abrí los ojos con lentitud, como si la poca la luz que había en mi habitación me hiciera daño. Jimin estaba a mi lado apartando algunos mechones de cabello de mi rostro, se veía preocupado. Recordé la emoción con la que me despertó ayer y de inmediato sentí una punzada en mi pecho.

Ahora estaba comprometido.
Aún no me colocaba el anillo de compromiso, pero podía sentir un peso de más en el dedo en el que estaría. Me senté y le dediqué una mirada tranquilizadora a Minnie, él no debía saber sobre esto, tenía que creer que me casaría con Jungkook por amor.

-¿Qué pasa, enano? -le pregunté sonriendo. Esto me estaba destrozando.

-Son las dos de la tarde... -me dijo, mordiéndose el labio.

Había olvidado que hoy saldría con los demás al parque de diversiones. Me puse de pie y me di cuenta de que Jimin ya estaba vestido. Me dejó a solas para que pudiera cambiarme, aunque su presencia no me molestaba ni me avergonzaba.

Cuando acabé de abrocharme el último botón de mi abrigo, miré con odio la cajita donde dormía el anillo. Estaba sobre mi escritorio y parecía estar iluminado por el cielo. La abrí y sin pensarlo dos veces para no arrepentirme, me coloqué el anillo. Lo contemplé unos minutos hasta que Jimin tocó la puerta para avisarme que mis amigos me esperaban abajo listos para irse.

Mis amigos... ¿Cómo reaccionarán ante la noticia? ¿Qué pensarían de Jeon si conocieran la verdad?

Comencé a sentir lástima de mí mismo, me había rendido ante el matrimonio incluso antes de luchar. ¿Tan débil me consideraba Jungkook?

Una nueva oleada de ira me arrancó un gruñido de la garganta.

No. No le haría las cosas tan fáciles. Si quería casarse conmigo no opondría resistencia, pero no por eso me convertiría en el esposo perfecto.

-¡Ya voy! -le grité a Jimin.

Yo no me acostumbraba a llevar maquillaje, aunque tenía algunas cosas que me regalaban. Me arreglé lo más que pude y peiné mi cabello hasta que quedó completamente presentable. Era desagradable ver mi reflejo en el espejo y no reconocerme, pero si Jungkook deseaba guerra, eso obtendría.

-¡Ya estoy aquí! -exclamé con falsa alegría cuando bajé las escaleras. Nayeon y Eunwoo me abrazaron al mismo tiempo para saludarme y me regañaron por quedarme dormido.

-Eres un holgazán. -me dijo Nayeon. Los tres reímos y entonces, los vi.

Salían de la cocina, cada uno con un trozo del pastel de cumpleaños de anoche en las manos. Taehyung tenía la mitad del rostro cubierto de chocolate e intentaba manchar a Namjoon, quien se alejaba lo más que podía de las manos sucias de Tae.

-¡Jinnie! -gritó Taehyung en cuanto me vio y corrió a darme un gran abrazo. Esta vez la felicidad fue verdadera, los chicos que consideraba mis mejores amigos estaban a mi lado en ese momento y eso era justo lo que necesitaba para reunir la fuerza para enfrentarme a Jungkook. -Mira que bonito estás, seguro a que ya tienes novio. -dijo Taehyung.

-No lo acoses tanto. -me defendió Nam. Me abrazó de la cintura y me dedicó una ancha sonrisa mostrando sus bonitos hoyuelos que me calmó, al menos mis amigos me apoyaban.

Noté la mirada de Eunwoo sobre nosotros e intenté despegarme de Namjoon, yo sabía que a mi amigo le gustaba y no quería problemas con él también.

-Aparta tus manos de Seokjin. -escuché de pronto. Los cinco miramos a la misma dirección y vimos que Jungkook venía hacia nosotros. Se me heló la sangre cuando cruzamos miradas y él me sonrió.

Marry me || GgukJin ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora