Capitulo 7.

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2:30 de la madrugada y Jimin aún no lograba dormir. Daba vueltas y vueltas en la cama, cambiaba de posición, de almohada, pero nada le ayudo.

Resignado se levanta, hacía rato Jungkook había venido a desearle buena noche, pero fingió estar dormido, no quería hablar con él. Sigilosamente llega hasta la puerta, la gira lento con la esperanza de que no tuviera seguro, cuando esta da la vuelta completa un peso abandona sus hombros de Jimin.

La abre despacio lo suficiente como para que pueda salir y la vuelve a cerrar con suma delicadeza. Mira el pasillo y trata de recordar la ruta por la que Hoseok lo llevo antes.

¿Izquierda o derecha? Piensa Jimin, piensa. Cierra sus ojos concentrándose.

Derecha, creo.

Empezó a caminar, su corazón latiendo con fuerza en su pecho y tenía miedo de que alguien lo escuchara. Llego hasta el fondo del pasillo y maldijo en su mente, había un gran ventanal, se acerca más y observa lo que parece ser el patio trasero.

Se devuelve por donde vino hasta llegar ahora a las escaleras, las logra bajar sin ser descubierto. Se toma un momento para meditar su siguiente acción. No puedo ir por la puerta principal, si antes no salí por allí con Hoseok, debe ser porque hay escoltas. — Recuerda—. La cocina, la puerta que da a la parte de atrás está en la cocina.

Pegado a la pared de puntitas llega hasta la cocina, la puerta está cerrada y duda antes de abrirla, esta hace un ruido que se debió de escuchar hasta en la siguiente cuadra. Escucha unos pasos acercarse, su rostro palidece, sale rápido y busca desesperado un lugar donde ocultarse. Corrió hasta la fuente en mitad del patio, se lanza al suelo quedando su pecho sobre el césped, lleva sus manos a su boca tratando de que no salga ningún sonido de esta.

— Fue solo el viento, volvamos — escucha y puede respirar bien. Los hombres se alejan y Jimin espera un poco para salir de su escondite.

Se levanta y recorre con su mirada el lugar. Un muro alto en ladrillos, la fuente en mármol blanco, a la derecha una mesita blanca con una sombrilla encima, más atrás un árbol grande, centra toda su atención al árbol y se acerca. Varias de sus ramas dan al otro lado del muro. Miro a su alrededor y no había nadie.

Ahora o nunca.

Corrió hasta el árbol y como pudo subió por él, se sentó en una de las ramas más gruesas que supuso soportaría su peso. Alza la mirada y se encuentra con el cielo estrellado, una corriente de viento hace erizar su cuerpo.

Logro llegar al otro lado del muro aun sobre la rama.

— No puedes escapar por ahí. — Dio un saltito por el susto, traga saliva y gira su cabeza. Jeon Jungkook lo miraba desde debajo de brazos cruzados y una expresión de enojo en su rostro.

— Yo... — balbucea.

— Para escapar tendrías que, primero haber robado la llave de alguno de los autos, luego salir sin que nadie se entere, subir al auto y atravesar la reja de la entrada.

— ¿Cómo? — Seguía en negación, nadie lo vio salir y fue cuidadoso, ¿Cómo lo descubrió?

— Baja, Jimin — ordena — Tenemos que hablar.

Mierda. — Maldice indeciso sobre bajar o saltar al otro lado del muro.

— Ni pienses en saltar, Jimin — advierte como si supiera lo que estaba pensando Jimin.

— Bien — se rinde y baja lentamente. Su pie derecho se desliza por el moho del árbol, pero antes de caerse unos brazos lo atrapan.

Jimin había cerrado sus ojos esperando el golpe cuando los abre se encuentra a centímetros del rostro de Jeon.

365 DÍAS [KOOKMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora