Una Vida Sin Sanación

Desconocidos

Los momentos pasan pero la vida siempre sigue, por eso atesora cada momento que pasan con las demás personas, tu nunca sabrás si será el ultimo. Nunca pensé mucho en vivir el momento, pero siempre llegaban pequeñas cosas las cuales preservar dentro de uno. Yo perdí relaciona con personas tan importantes, que al momento de recordar nuevamente quien era yo dichas personas, solo empiezo a temblar sabiendo que para mi no fue suficiente el tiempo juntos. Sin volver a mirar mi pasado, seguí adelante. Dentro de un nuevo año de escuela, recién entrando al instituto con una cara de miedo, y haciendo pequeños diálogos en mi menta para evitar pensar en todos aquellos que estarían hablando mal de mi, solo por verme caminar a la clase; pero un calor abrazador lleno de alegría estaba recorriendo todo mi ser, la persona que esperaba por tanto tiempo llego a mi con una sonrisa que me animo al instante y nuevamente estaba justo donde quería estar y nunca mas volver a irme. Volver a la vida en donde paso con esa persona tan apreciada por uno es algo que no puede compararse con nada en este mundo, pero no todo seguirá del mismo modo por siempre las cosas llegan a su fin en algún momento.

Un día, mi madre hizo que me devolviera a mi antigua casa, sin decir mucho, aliste unas cuantas cosas y me devolví con mi abuela y mi tío, pero fue a los cuantos días que mi madre llego con un camión de mudanza junto con todas nuestras cosas, yo estaba extrañado aun era muy pequeño para comprender esa situación, pero a los días comprendí que no volvería a la otra casa, mis lazos con esa familia desapareció en un abrir y cerrar de ojos.

Mis días seguían normales, sin tener amigos(exceptuando a mi mejor amiga), sin relacionarme mucho con las personas, y aparentar ser siempre lo que todos querían, pero ya mi ser había cambiado, seguiría obedeciendo por ser un niño bueno, pero yo ya era libre y nadie me iría a quitar eso de mi interior.

Quien diría que estaría bien por tan poco tiempo, me acostumbre a la escuela pero al mundo fuera de esas cuatro paredes era un total misterio ante mis ojos. Empecé a salir de casa para hacer pequeñas comprar, pero era a unas cuantas cuadras de mi casa no muy lejos. Pero un día desidia ir a otro sitio por pan, el mejor lugar que podría existir en el pueblo, pero para mi mala suerte ese día casi fue mi funeral, al salir de la tienda, unas personas me agarraron y llevaron a un pequeño callejón que estaba muy cerca de ahí, yo no tenia fuerzas y no podía resistirme ni gritar. Ellos tenían algo que preguntarme, no logre escucharlos puesto que me amenazaban con un cuchillo; a uno lo patee en la entre pierna y salí corriendo con mi mano desangrando por herida del cuchillo, llegue a casa sin palabras, lo único que hice fue encerrarme en el baño.