De nuevo estaba con mi vestido negro de Lolita, de nuevo tenia mis botas de combate, de nuevo estaba al borde de la muerte en la cornisa de la ciudad que nunca duerme. Esta vez sin jeringa, esta vez sin anestesia... Solo los Ramones sonando dentro de mi apartamento...
-No lo hagas D-
-¿Jake?- dije mirando hacia la ventana, y ahí estaba el pelinegro mirándome preocupado. Al parecer, había decidido hacer uso de la llave que le había dado por emergencias.
-Por favor, tu padre esta en la cárcel, ahora tienes amigos ¿Por qué has de saltar? -
-Jake, tengo que... yo... simplemente no puedo- dije bajando la vista al vacío
-Te necesito Delilah-
Lo miré y él me sonrió con tristeza para extender su mano hacia mi. No la tome.
-Eso no es cierto-
-Lo es, es tan cierto como que Tri es teñida, es tan cierto como que amas la lluvia, es tan cierto... Es tan cierto... Te amo D, por favor, no te vayas. -
Lo miré tristemente y luego miré su mano fijamente tratando de descifrar si eso era verdad. Nunca me habían dicho que me necesitaban.
-Yo también te amo- dije tomando su mano, en su cara se formo una sonrisa y yo me moví lentamente hacia la ventana y lo besé, lo besé como nunca había besado a nadie. Y luego lo miré, le solté la mano mientras le decía "Te amo" una vez más. Y caí
Caí y caí por el cielo tenido de azul. Caí de espaldas, por lo que pude ver como se asomaba desde la ventana y gritaba mi nombre tratando de alcanzarme inútilmente. Caí por que era lo que tenia que hacer, era lo que necesitaba; caer y ser libre, volar para despedirme....
Cerré los ojos para cuando faltaba poco para el impacto. Nada de anestesia, ninguna falla, simplemente iba a morir... Esta vez no fue la imagen de Thomas cantando, tampoco fue una de mi padre encerrado ni nada de eso, fue la imagen del beso de recién la que vi, la de Jake diciéndome "Te amo" Una lagrima rodo por mi mejilla y le susurré "Lo siento, pero yo también te amo" y llegué al pavimento.
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Short [Editada y Completada]
Short Story::El pasado retiene a Delilah llenándola de inseguridades y Tristeza, aunque, por más que las cosas cambiaron más por obligación que por decisión propia, sus ganas de vivir se van consumiendo poco a poco hasta, finalmente, acabarse. Esto es como una...