~3~ [E]

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Seguí caminando hasta que me ubiqué y divisé el centro de reabilitacion. Ir allí todos los dias es uno de los pedidos que Thomas me hizo, y aunque el ya no me quiere y yo me sigo tratando de suicidar voy igual.

Al entrar la recepcionista; Dina, me recibió mirándome de pies a cabeza, algo asombrada, pero luego de unos instantes suelta un "ya están a punto de empezar"

-Creí que estabas muerta- me dijo antes de que me vaya

-Yo también lo creí-

Al entrar todos ya estaban en ronda pero esta vez con la cabeza gacha y en silencio. Aguardé en la entrada hasta que Joan habló.

Joan es un tipo muy agradable que luego de varios intentos de suicidio logro curarse e hizo este centro de rehabilitación, debe de tener 30 y pico de años y ha llegado a tomarme cariño.

-Gracias por este minuto de silencio velando la muerte de Delilah Murrows-

-Gracias- dije entrando- pero fallé-

Todos me miraron sorprendidos y Joan corrió a abrazarme... Auch

-¿Te trataste de suicidar otra vez?- dijo obligándome a sentar

-Si voy a hablar mejor empiezo bien. Hola, soy Delilah y seguro ya me conocen, hace días intente suicidarme sin drogas o alcohol de por medio por lo cual fue completamente intencional. Esta vez salté de un veintiunavo piso con suficiente anestesia para no sentir el impacto pero si seguir consiente. La anestesia actuó con bastante retraso cosa que estuve muy consiente al estrellarme pero no sentí dolor, solo lograba escuchar y tararear una canción. En fin, no es la primera vez que lo intento y estaba segura que todo funcionaria pero como la anestesia no me dejo sentir dolor, como yo lo planeaba, los médicos me pudieron salvar, como yo no planeaba, así que aquí estoy de nuevo, con varios margullones y un intenso dolor, pero viva-

Algunas caras nuevas y otras un poco conocidas me miraron con asombro y un poco de miedo, y como era de esperarse, Tri, que llevaba casi el mismo tiempo que yo en recuperación , levanto la mano.

-Si, Tri- dijo Joan

La chica de cabellos celeste se levantó del asiento y me miró diciendo- definitivamente fue un intento de suicidio casi perfecto ya que te morías con clase, sin sufrir, y sentías la gloria y la adrenalina de saltar al vacío sin el dolor del impacto. Seguramente con una dosis menos fuerte te habría dolido el impacto así que tu muerte quedo en manos de lo que tardaba en llegar la ambulancia a tu rescate. Sabes, te conozco desde que entraste aquí, y creo que en vez de recuperarte simplemente estas mejorando tus técnicas-

Yo me encogí de hombros y le regalé una sonrisa. Ella era tan inteligente como yo y siempre insistía en que fuéramos amigas, pero yo no le permitía entrar a mi vida, a nadie se lo permitía.

Luego de eso varias personas hablaron sobre sus vidas y cosas banales que preste mínima atención.


Short [Editada y Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora