Shades of Gray - Dahtzu / Dubchaeng

Capítulo 5

Para desgracia de Mina, el veneno en las palabras de Sana no fue efectivo como para durar hasta el lunes, día donde la abogada se reunía con su clienta y seguiría el consejo de Chaeyoung, fortaleciendo así el lazo con la chica. Dahyun ese domingo se liberó de sus egoistas pensamientos, quizás el mensajearse con Tzuyu y recordar las palabras de Jeongyeon ayudaron, el mal era contagioso, pero el bien muy profundo.

Jeongyeon y Nayeon sentían que respiraban mejor, y por su propia seguridad, decidieron confesar a Jihyo la interferencia qur tuvieron en la vida de la humana.

Mientras tanto, Dahyun se reunía con su clienta para discutir los nuevos antecedentes encontrados por la policía, que eran increiblemente tentadores para la abogada y la opción lógica para la viuda.

— Entonces... el dueño de las empresas Hwang tenía conflictos con el señor Kwon, y las fechas podrían coincidir con su asesinato, pero las pruebas biológicas siguen vinculándola y consideran que fue un acto colavorativo

— ¿No podemos decir que me obligó a hacerlo? ¿Que estaba bajo amenaza?

— E-Eso sería mentir...

— Le pago para no hacerme terminar en prisión

— De hecho, las clausulas del contrato que ya firmó me libran de actuar contra mi propia moralidad y ética profesional, no encontrará ningún abogado que acepte esto — Dahyun sabe que miente, muchos aceptarían de inmediato — Y no se considera un fracaso si logro reducir la condena, digo, es difícil actuar cuando sí lo hizo...

— N-No puedo ir a prisión, tengo una hija de doce años, quedaría a cargo de mi cuñada, ¡Quien me está demandando! — Dahyun suspiró.

— Aún hay tiempo, estoy haciendo lo posible, señora Kwon — Vio los serios ojos contrarios temblar - ¿Hay algo que quiera añadir? Todo puede ser de ayuda

— E-Estaba protegiendo a mi hija — Confesó de pronto — Últimamente la veía demasiado... extraño. Siempre estuvimos asustadas de él, como puede notar, no tengo una red de apoyo y él siempre protegió su fortuna para hacerme dependiente, mi hijo mayor escapó de casa a penas pudo, pero no alcanzó a borrarlo del testamento... — Dahyun sentía el dolor de cabeza volver — Sabía las intenciones que tenía, me mandó a hacerme cargo de unos asuntos por lo que tendría que salir de casa y se quedarían ellos dos solos, no podría imponer cargos sin nada más que una sospecha y sin pruebas... lo hice antes de que mi viaje se efectuara. Señorita Kim, entienda la desesperación de una madre, no puedo dejarla a cargo de esa familia — Dahyun intentaba demostrar calma.

— Eh... es demasiado — Aún así, escribió en su computadora todos los detalles importantes — Buscaré una solución, solo deme tiempo, aún lo tenemos

Un pesado silencio se instauró, Dahyun se puso a trabajar de inmediato revisando una y otra vez los antecedenres, a pesar de que su veedadero trabajo recaería en su adolorida cabeza.

Era difícil tomar la mejor decisión.

¿Qué era realmente lo correcto?

¿Dejar que condenaran a la mujer?

¿O safarla de la justicia?

Rechazó las llamadas de Tzuyu y Chaeyoung, quienes tenían similares intenciones de invitarla a almorzar, pero en ese momento sentía que sólo quería estar un momento a solas. Sus dos nuevas compañías son demasiado radicales, y no quiere sermones esta vez.

Mientras tanto, todo era observado desde el tercer espacio donde estaban reunidas las Diosas, sus ángeles acababan de confesar lo ocurrido y la ira en el lugar solo sabía crecer.

— ¡Hiciste trampa!

— ¡Ni siquiera sabía que había ocurrido!

Mientras ellas discutían acerca de las intervensiones, las cuatro ángeles veían por la ventana a la tierra con detención a la humana, quien estaba sentada en una banca cabizbaja, solo pensando.

— ¿Dónde habrá tormenta? — Preguntó Jeongyeon.

— Para suerte de la chica, no aquí — Respondió Momo.

— Pobre Tzuyu — Comentó Nayeon viendo a su creación — Está tan deprimida...

— ¿No ven a Chaeyoung? — Se quejó Sana.

— Solo la veo patear basura y responderle feo a gente — Frunció el seño Jeongyeon.

— Está frustrada — Defendió Momo — Solo se siente mejor cuando está con Dahyun

— Lo mismo le pasa a Tzuyu — Concordó Nayeon.

— Es la dependencia que les infundieron al ser creadas — Jeongyeon explicó — No tienen otro propósito en la vida

— Y para animar las cosas, la humana solo sabe lamentarse — Señaló Sana.

Las cuatro escucharon potentes truenos a sus espaldas, pero no era nada más que las hermanas peleando nuevamente y haciendo chocar sus estruendosas voces que ya no eran entendibles para ningún otro ser.

Cuando ambas se calmaron, las ángeles se interpusieron para evitar otra perturbación en el curso natural del clima, notando como las Diosas volvían a su forma común y se miraban con rostros serios la una a la otra desde sus tronos. Un suspiro del ángel del amor las hizo poner atención.

Jihyo le dio un poder no superior a las otras tres, pero sus efectos eran diferentes y su salud muy delicada, tanto que incluso Mina cuida que nada grave le pase, después de todo, su ser también está compuesto de amor, solo que de forma completamente opuesta a su hermana.

Por el contrario, Momo se sentía más poderosa que nunca, el odio llenándola de fuerzas y causando remesones en el fondo de la tierra. La primera en ser creada fue Momo, nacida de lo peor que atesora Mina y de la herida abierta de ser traicionada por su hermana.

Pero el llenar su ser de odio no era algo que precisamente alegrara a Momo, ella lo infunde, no lo contiene, se sentía mareada y con dificultad se mantenía en pie. A pesar de estar en su faceta más poderosa, difícilmente lo puede controlar y eso preocupa a Mina, pues sus ojos con dificultad se mantienen abiertos y son cada vez más oscuros.

— Mira lo que le hiciste a mi ángel — Gruñó Mina.

— ¿Acaso no eres capaz de ver algo más allá de solo lo que te concierne? Nayeon ha sufrido demasiado con tus juegos

— Tú lo empezaste — Jihyo suspiró.

— Por el bien de Nayeon y Momo, queda absolutamente prohibida una nueva intervensión, tu ángel puede ir a desatar sus problemas en algún otro espacio, yo atenderé a Nayeon, procura que no cause problemas — Dijo con tono despectivo poniéndose en pie.

— Siempre haces eso, tratas a mis criaturas de forma inferior cuando nacieron del de mal que tú causaste — Pero su hermana ya no escuchaba — Tan egocéntrica... Sana, lleva a Momo por el mundo hasta que se sienta mejor

— P-Pero Jihyo dijo q-

— Y tú me sirves a mí

— ¡A la orden! — Y Sana se marchó.