prefacio

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Se sentía impotente, destrozada, avergonzada. No sabia que hacer,estaba derrotada, vacía todas sus ilusiones y esperanzas se habían ido, el se estaba retirando, llevándose consigo mismo sus demonios, sus alegrías, sus sentimientos, su corazón dejando un vacío lleno de heridas, todo el amor que llegó a sentir por el se convirtió en un odio creciente, aún recordaba lo que había sucedido:

-ESTOY ENAMORADA DE TI, NO PUEDES IRTE. DIJISTE QUE NUNCA ME DEJARÍAS, ME LO PROMETISTE, NOS AMÁBAMOS - Gritó desesperada entre llanto

-Eso es lo que tú crees querida, nunca te amé ¿Crees que alguien podría hacerlo? Solo me das asco y te odio- dijo amargamente y se fue

Se quedó inmóvil procesando cada una de sus palabras, ¿era cierto lo que dijo? ¿Entonces nunca la amo? Era ilógico, cuando le decía que la amaba susurrándole mientras la besaba, cuando pasaban las tardes solo viéndose, cuando dormían juntos riéndose de lo que hacían en el día, cuando el le hacia promesas, los juegos, los consejos que le daba, y cuando le dijo que no dejara que nadie la lastimara, ni siquiera ella misma, ella había dejado a sus demonios por el, el le prometió que no le haría daño, que nadie la lastimaría, ni siquiera ella misma, sus demonios no le hacían eso ellos la querían y el solo le mentía, y ahora haría lo necesario para volver con "Sus demonios"

Mil demonios (N.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora