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Parte: 2.
En la casa de mis padres.
Graciela estaba curando a Dimitrio.
Graciela: Mira nada mas como te dejaron.
Dimitrio: Au ya déjame me duele.
Graciela: Obvio te va a doler Dimitrio. A ver bebe dime la verdad, ¿Quién te pego? ¿Fue el tipejo con el que se vio Montserrat anoche?
Dimitrio: No, no, no mama nada que ver.
Graciela: ¿Entonces? ¿Quién te hizo esto por Dios?
Dimitrio: Estaba siguiendo a Montserrat y unos tipos pues me asaltaron como no traigo ni un peso en la bolsa me pegaron.
Graciela: Desgraciados. O sea que no pudiste investigar quien es el tipo con el que Montserrat se cito.
Dimitrio: Y que mama…
Graciela: Quiero que sigas a tu hermana Dimitrio por supuesto que sin que ella se de cuenta y cualquier cosas que nos este ocultando nosotros lo tenemos que saber.
Dimitrio: No voy a ser la nana de mi hermana.
Graciela: No si vas a ser la nana de tu hermana, ¿Cómo ves? ¿Eh? Si vas a ser la nana hasta que averigüemos que se trae Montserrat. Si me haces este favor yo te voy a consentir bebe. Te doy lo que me pidas.
Yo estaba en el salón con el teléfono a la mano aun seguía diciendo: “El numero celular que usted marco no esta disponible en este momento.”
Montserrat: ¿Por qué?
Entonces aparece mi tía Carlota.
Carlota: Que pasa hija, ¿A quien le hablas por teléfono?
Montserrat: A Nadia para saber si ya regreso de la luna de miel y poder hablar con ella.
Carlota: No había podido decírtelo pero cuentas con todo mi apoyo Montserrat. Con el mio y con el de tu papa.
Montserrat: Gracias tía.
Carlota: Tengo que confesarte que estoy preocupada por ti. Siento que algo mas esta pasando hija algo que te tiene muy inquieta. Siempre he estado de tu lado por eso te pido que seas honesta con migo. Que me cuentes la verdad. A ver, ¿Porque terminaste con Sebastián? Cualquier cosa que estés escondiendo se va a descubrir tarde o temprano y creme que va a ser peor si no hablas ahora.
Montserrat: Tienes razón tía, toda la razón y esto es algo que tengo que hablar cuanto antes con mi papa.
Carlota: ¡No, no! Montserrat espera hija.-Yo dirigía a su escritorio.-Tu papa esta ocupado.
Montserrat: Papa necesito hablar con…-Abrí la puerta y me sorprendí.
Lauro: Que forma es esa de entrar sin llamar a la puerta, hija.-Dijo levantándose de su silla.- ¿Que no ves que estoy atendiendo al cabo Álvarez?-Allí estaba José Luis y nos intercambiamos una sonrisa.- ¿Por qué siento que ustedes dos ya se conocen?
José Luis: No, no. No nos conocemos, para nada.
Montserrat: ¿Y se puede saber a que vino a hablar con mi papa?
Lauro: Vino a traerme un recado del capitán Robledo.
José Luis: El capitán quería despedirse de su padre porque zarpamos dentro de una semana y regresamos dentro de diez días.
Montserrat: ¡Diez días!-Dije sorprendida.
Lauro: Así son las misiones en la marina, hija.
Montserrat: Si.
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Lo que la vida me robó
RomansaEn el pueblo de Agua Azul, una joven muchacha de «buena posición social», Montserrat, cuya madre, Graciela, domina a su antojo para su propio interés con el fin de conservar «estatus social». Su familia está en bancarrota, es por ello que, Montserra...