𝐶𝑢𝑎𝑡𝑟𝑜.

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«¿Nadamos o nos hundimos?»


—Eres mi cielo lleno de estrellas y por eso te di mi corazón. Porque tú iluminas mi camino, no me importa si un día decides seguir adelante y hacerme pedazos. Realmente ya no me importa.

—Tú corazón es mío.

—Completamente.

—El mío también es tuyo.

—Te amo, Jimin. Realmente te amo.

—Te quiero, Jungkook.








Aún recuerdo la primera vez que besé y me deleité con el delicioso sabor de la piel cremosa de Jimin, fue como tocar el puto cielo y pude sentir el coro celestial mezclado con sus agudos gemidos ante el roce de mis labios contra su vientre plano o en alguna otra parte sensible de su cuerpo. Recorrí incontables veces cada rincón de su piel desnuda, le hice el amor tantas veces que no puedo recordarlo y siempre se sintió igual de maravilloso como la primera vez. Hacerle el amor era maravilloso...

Lo demás, no tanto.

Nunca nos mudamos de mi antiguo departamento, creo que le habíamos tomado cierto apego a ese lugar por todos los momentos que quedaron plasmados ahí.

Aunque fueron más malos que buenos.

Cuando cumplimos dos años de relación supe que habíamos cambiado bastante, aunque considerando nuestras acciones, creo que no fue para bien, ya que seguíamos siendo los mismos imbéciles del pasado.

Nuestra relación...

Nuestra relación creo que siempre estuvo rota y yo me negué a ver la realidad, a pesar de que muchas veces quise tomar un avión e irme a la misma mierda.

Jimin... Dios, estaba tan seguro de que lo amaba con todo mi ser, incluso más que en un inicio, pero estaba llegando al punto en donde me estaba cansando de todo y lo que es peor, me estaba cansando de él.

Y él lo sabía, él se daba cuenta.

«¿Jimin, no te importa?».

Claro que no. Nunca le importó realmente.

Siempre pensé que él era mi felicidad, que no podía seguir adelante sin él, que lo necesitaba para poder vivir.

¿Realmente lo necesité de esa forma? Dios, pensar así es totalmente ridículo.

Cuando creí que todo iba mejorando, cuando creí que finalmente estábamos encontrando el equilibrio en nuestra rara relación, todo se fue mismísima mierda. Jimin había ido de visita donde sus padres, pero cuando volvió y empezó a hablarme de ellos, supe que ya no podía más y todo lo bonito que en algún momento vivimos o intentamos, murió.

Muchas veces me vi frustrado, angustiado, amargado, cansado. Se supone que el amor no te hace sentir así, el amor no debe lastimarte.

Se suponía que ambos debíamos nadar en la misma dirección para no hundirnos y así sobrellevar una buena relación, pero con Jimin..., con Jimin no era así.

Yo nadaba y él se hundía.

Estaba harto de sentirme así, de ese sentimiento de mierda, de estar hecho pedazos. Ya no quería seguir llorando por él.

Enamorado de ti ~ KM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora