Capitulo 2

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No hubo respuesta. Solo aquella gélida y penetrante mirada, escaneándome con recelo. Era inquietante, el silencio tampoco me agradaba. Y aunque sus ojos ya no estaban rojos en señal de amenaza, poco podía hacer para estar tranquilo.

—¿Puedes hablar?— pregunte entonces.

Había arreglado medianamente su cuerpo. Que dicho sea de paso; fue una pérdida de tiempo, viendo ahora su estado. Pero debido a las restricciones que tenía, no había podido acceder a áreas más complejas, como eran el habla, el cerebro, o aquellos extraños ojos de estrella.

La cabeza del robot se movió de lado a lado, negando sin mucho ánimo. Clavando su atención hacia la pared contraria, cómo queriendo dar el tema por terminado, algo que evidentemente yo no haría. No luego de casi ahogarme.

—En ese caso, usarás esto.

Tome la vieja portátil que usaba para distraerme en la fábrica. Abrí el programa de escritura y posicioné al lado de aquel suspendido hombre de metal.

—¿Qué quieres?

Leí en voz alta.

—Bueno, saber porqué casi me matas es un buen comienzo.— la molestia en mi voz era palpable, pero no me importaba realmente. Aquel desgraciado de rostro delicado era una maldición, no un regalo cómo muy optimistamente había pensado.

Tú me atacaste primero.

—¿Atacar?

Señaló los cables que estaban conectados an su espalda, y luego su cabeza.

¡Increíble! ¿Aún estando en ese estado deteriorado y sin actividad, tenia registró de mis vanos intentos por explorarlo?

—Gracias a mi has vuelto de entre las latas.— expliqué.

Una ceja se enarcó de manera retadora. No debía ser un genio para adivinar que aquel cyberbot tenía más orgullo que mi viejo maestro Jiraiya. Pero allí había algo raro. ¿Por que ese robot tenía expresiones tan humanas? La molestia, la desorientación, la pequeña percepción de miedo latente en sus retinas mecánicas. Esos eran sentimientos humanos. No importaba lo mucho que los avances tecnológicos lo intentaron. Darle emociones a máquinas seguía siendo imposible. De ahí el problema con el proyecto Elite.

—¿Quién eres realmente? ¿Qué te ocurrió?

Fue entonces que un nuevo semblante se instaló en su monótono rostro. Me miró con desociego. Totalmente confuso y perdido. Vi las intenciones de llevar su mano sana a su rostro, queriendo cubrirse pero fue en vano. Los cables limitaban lo justo y necesario su movilidad, cómo para que pudiera escribir en aquel aparato pero no volver a matarme.

Entonces lo supe.

—Tú... No tienes recuerdos... ¿verdad?

Su cabello azabache cumplió la misión que su mano se vio frustrada. Aquellos mechones oscuros cubrieron su semblante con facilidad. Impidiéndome ver si mis palabras eran correctas, pero aquel gesto abatido me lo confirmaba.

Sentí pena (pese al escozor de mi garganta), sentí dolor por saber que aquel pobre robot si podía sufrir, y estaba solo. Despertar en un lugar desconocido, sin poder hablar, con tu cuerpo incompleto. No podía culparlo por haberme atacado; ¡que va!

—Oye, tranquilo. No sé que te ocurrió. Te encontré en el deshuesadero del distrito C. Intente ver tus memorias pero no pude acceder a tus datos. Lo siento por eso. Pero no quiero lastimarte o hacerte daño.

Su mirada se elevó entonces y me observo con reproche. Con un movimiento brusco de cabeza y sus penetrantes ojos onix fijos en mi, me señaló su brazo faltante y pierna nueva.

CyberHeart 🖤 (Narusasu) -Lemon-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora